Se conoció hace dos días que el 18 de junio se produjo una filtración de lixiviado sobre el arroyo Sauce, que vierte sus aguas en el Río Negro, por parte de la planta de UPM ubicada en Pueblo Centenario. Esto sucedió cuando en dicha empresa se estaba realizando una parada general por mantenimiento, tratándose de filtración de lixiviado, residuos líquidos, sobre el arroyo, por segunda vez en estos dos años.
El descargo de la empresa por esta contingencia dice textualmente «el martes 18 de junio, mientras se llevaba adelante la parada general de mantenimiento, y en el marco de monitoreos de seguimiento periódico que se realizan en la planta, se detectó, en un punto ubicado en el arroyo Sauce, una variación de pH, de baja intensidad, acotada duración y rápida reversibilidad, sin efectos visibles en la biota. El hecho fue puntual, normalizándose la situación en menos de 24 horas, volviendo los valores a parámetros normales. En los muestreos diarios que se realizaron en el arroyo en días anteriores no se había detectado variación alguna. Dicha variación se debió al escurrimiento de agua proveniente del relleno industrial que estuvo en contacto con residuos inorgánicos no peligrosos».
La Dirección Nacional de Calidad y Evaluación Ambiental (Dinacea) estuvo al tanto de dicho percance el viernes emitió un informe técnico con la descripción del evento, confirmándose un mes después que en efecto ocurrió este episodio de contaminación ambiental en aguas tributarias del río Negro.
La organización Coendu (Conservación de Especies Nativas del Uruguay) ha reclamado la suspensión inmediata de UPM por el derrame de líquidos contaminantes, lo que nuevamente mata la vida de especies acuáticas, según denuncian. El primer derrame fue de un millón de litros de soda cáustica.
En el comunicado de la organización indican que “esta vez fue una filtración del vertido de lixiviado que alcanzó el arroyo del Sauce (parece ser el arroyo más sufrido del Uruguay), generándole un nivel de PH de 9.1 según información de la propia empresa. Ese nivel de PH está por encima de lo general para la protección y posibilidad de vida de la mayoría de los organismos”.
“El problema fue detectado por la propia empresa el día 18 de junio pasado, la misma recién le comunicó a la DINACEA el día 26 de junio, y esta vez el MA actuó rápido y concurrió el mismo día a realizar una inspección, entre lo cual el nivel de PH del arroyo, 8 días después, se mantenía en un nivel alto (8.22 en el arroyo, 9 en la descarga directa al arroyo). Las varias y reiteradas sanciones económicas que ha tenido la planta en poco más de un año de actividad no devolverán todo el daño causado” agrega el informe.
Desde el comienzo de las obras de UPM 2 en la planta de Pueblo Centenario, el temor a los efectos contaminantes sobre el Rio Negro y sus afluentes fue motivo de reiterados planteos por diferentes grupos de ambientalistas. El derrame sobre el curso del Arroyo Sauce de un millón de litros de soda cáustica y la reducida multa a la empresa finlandesa han puesto el tema nuevamente en discusión.
El pasado 16 de agosto, autoridades de la empresa finlandesa se comunicaron con el director Nacional de Calidad y Evaluación Ambiental (Dinacea) del Ministerio de Ambiente, Eduardo Andrés, para notificarlo sobre el derrame, a la vez que se notificó a la División de Emprendimientos de Alta Complejidad. De inmediato desde el Ministerio se comenzó a monitorear la estación automática ubicada en las inmediaciones. El 21 de agosto se inspeccionó la planta de la empresa a la vez que se recorrió la zona del Arroyo Sauce que fuera afectada por el derrame. En el informe mencionado se destaca que el sensor de pH (mide la actividad del ion hidrógeno en soluciones acuosas indicando grado de acidez o alcalinidad) se encontraba inoperativo desde tiempo atrás.
En la recorrida, los técnicos del Ministerio de Ambiente advirtieron la ausencia de peces y crustáceos en el curso del arroyo Sauce además de los efectos sobre la vegetación tanto en las orillas como la acuática. Se identificaron peces muertos de diferentes especies en el arroyo y en la desembocadura del Río Negro, como también la ausencia de fauna acuática, lo que consideran lógico debido al alto nivel de pH en la masa de agua.