Alvaro Delgado visitó Durazno presentando su programa de gobierno que apunta a un segundo piso de transformación.

Álvaro Delgado visitó nuevamente la ciudad de Durazno, hizo una recorrida por los medios y luego continuó su viaje visitando Ciudad del Carmen y Sarandí del Yí. Estuvimos en la conferencia de prensa donde presentó los principales ejes de su programa de gobierno y respondió a las preguntas de los periodistas que allí nos encontrábamos. Tocando el tema de la seguridad, las inundaciones, la economía, las adicciones y la salud mental.

Comenzó la conferencia haciendo una introducción de su visita y los motivos que lo traían a Durazno en esta oportunidad.

«Esta es la tercera gira que hacemos por Durazno, esta vez visitamos aquí la capital departamental, acompañado por todas las agrupaciones que apoyan nuestro proyecto, nuestra candidatura. La primera gira la hicimos en febrero, después vinimos a las cien localidades más pequeñas del país o menos pobladas del país, donde incluimos las de Durazno.

Esta fase de la campaña es una fase diferente donde estamos presentando lo que es nuestro contrato con la gente, que es un programa de gobierno en el cual trabajaron más de quinientos técnicos, un segundo piso de transformaciones, así le pusimos, salto al desarrollo.

Aquí hay más de trescientas propuestas en siete ejes en saltos diferentes para un país que sea el país más desarrollado de América Latina, ese es el objetivo que tenemos.

A diferencia del dos mil veinte, hoy tenemos pilares firmes sobre los cuales poder avanzar. Con nosotros se ordenó la economía con responsabilidad económica y fiscal. Con nosotros se transformó la realidad.

La gente vio un equipo preparado, que hay un equipo aprobado y que está pronto para seguir gobernando y que además hay gestión para mostrar, se acabaron los prejuicios y hay equipo de gobierno. Yo tengo la ventaja que para mí es muy importante, porque lo viví. Y es que soy de los únicos precandidatos que hoy están en el proceso electoral, el único que gobernó en primera línea de gobierno, espalda con espalda con el presidente de la República. Yo no necesito pretemporada, o sea, el dos de marzo sé dónde está la llave para prender la luz y tenemos el equipo para eso.»

Ante la pregunta sobre el tema Seguridad contestó lo siguiente:

«El tema seguridad está bueno hablarlo porque desde hace veinte años para acá, en todos los gobiernos fueron aumentando las denuncias de delitos. El dos mil dieciocho y dos mil diecinueve fueron los dos años más violentos de Uruguay.

Yo me recuerdo que el dos de marzo del dos mil veinte, al otro día que asumí, en una reunión la torre ejecutiva con el Ministro de Interior Jorge Larrañaga y los diecinueve jefes de policías el Presidente de la República dijo: “voy a ser el primer policía, la gente cambió y nos votó entre otras cosas por esto y vamos a cuidar a la gente.” Y vaya si nos tocó cuidar la gente de la pandemia, nos tocó cuidar la gente cada una de las crisis.

Yo no tengo más remedio que empezar con las estadísticas. Tenemos veintisiete por ciento menos de hurto que el dos mil diecinueve, estoy hablando año veintitrés cerrado, tenemos veinte por ciento menos rapiñas, cincuenta por ciento menos a abigeato, hay una dirección de seguridad rural y tres por ciento menos homicidios. ¿Estamos conformes? No, porque entre otras cosas aumentó la violencia, pero estamos en camino. Pero se logró frenar el crecimiento del delito.

En segundo lugar se creó un respaldo jurídico de la policía. Y eso logró a través de la LUC que permitió legítima defensa presunta y que permitió crear penas para el insulto a la policía.

Permitió a la policía pedir las cédulas en la vía pública, permitió agravar algunas penas de delitos gravísimos y permitió no borrar los antecedentes de los menores cuando cometen determinados delitos aberrantes. Y la policía actuó, estuvo bien, y avanzamos. Falta, falta mucho. Nosotros en este plan de salto al desarrollo, vamos por cuatro líneas de trabajo.

La primera es un enfoque dual en ser muy duros en la represión. No hay seguridad pública y seguridad ciudadana sin represión. Yo sé que al Frente Amplio le cuesta hablar de esto, no aparece en el programa, tienen un tema de prejuicio ideológico en la represión, pero no hay seguridad pública sin represión, las cárceles hoy tienen un récord de quince mil personas privadas de libertad, pero no nos quedamos solamente en eso.

La represión con un sistema dual que implica también la otra parte, que es la rehabilitación y la reinserción. Salen veintiocho, veintinueve personas por día de las cárceles producto de la libertad anticipada o porque cumplió la condena y la verdad es que nosotros no le damos instrumentos y si el Estado no les da instrumentos para reinsertarse a la sociedad y rehabilitarse, no lo van a hacer. Generalmente salen de la cárcel sin laburo, con familias destruidas o sin familia, muchas veces los amigos que estaban antes ya no están y sin oportunidades la tentación es volver al círculo delictivo.

Entonces, es aprovechar este sistema dual que es fundamentalmente dos vías, una es un programa piloto que se llama PIA, que es con el Ministerio del Interior, el MIDES e INEFOP, para darle una tarjeta, para darle boletos, en algunos casos con granjas para puedan vivir y puedan rehabilitarse para buscar un mecanismo de realización laboral. O sea, ese es el camino, sin duda, ese es el camino.

Ahora, nosotros le vamos a agregar tres instrumentos más. Primero un despliegue nacional de la guardia republicana descentralizada, que es una fuerza muy metropolitana, la vamos a hacer nacional. Este gobierno descentralizó un poquito, nosotros queremos avanzar en eso, sobre todo en base, si hay bases más en el interior.

Segundo, creación de un grupo contra el crimen organizado y el narcotráfico. Nosotros estamos utilizando la experiencia de grupo antimafia italiano, adaptada al Uruguay. Lo usa algún otro país de América Latina exitosamente, donde es un grupo multifuerza coordinado por la policía, donde va a estar la policía, donde va a estar el Ejército, la Fuerza Aérea y la Prefectura, donde va a estar la Dirección de Inteligencia Financiera, Secretaría de Inteligencia Financiera del Banco Central, la SENACLAFT, BPS, DGI, aduanas y la fiscalía. Funcionando como un grupo multifuerza coordinado con la Secretaría de Inteligencia del Estado.

Y después dos medidas más que me parecen importantes. Uno es agregar inteligencia y tecnología a las cámaras, a la policía, algo se está haciendo en un programa piloto. Con un programa de detección de sonidos en un barrio de Montevideo, barrio Peñarol. Que nos permite determinar el sonido de un disparo, saber de dónde se disparó, qué tipo de disparo es, pero además obviamente actuar más rápido y salvar vidas, como si hay un herido llega más rápido. Esta tecnología se está comprando y posiblemente se termine de comprar en el próximo gobierno a nivel masificado.

La segunda es incorporar reconocimiento facial con cámaras inteligentes, cámaras inteligentes donde la inteligencia artificial funcione y donde detecte conductas patológicas porque es imposible monitorear tantas cámaras. Entonces hay un programa que detecta conductas cuando hay un disparo, cuando alguien se cae al piso, cuando hay un choque y te suenan las alarmas para que la policía actúe. Por último, nosotros vamos a acompañar con mucho gusto,

el instrumento del allanamiento nocturno como un instrumento más para la policía y para la fiscalía, sobre todo con el narcomenudeo.

Sobre el tema de vivienda y los acontecimientos recientes de inundaciones tanto en Uruguay como en Brasil. Se le consultó si en Montevideo y desde presidencia se tenía conocimiento y conciencia sobre la problemática que significa para la gente tener que abandonar sus casas.

«A mí me tocó ser Secretario de la Presidencia y ser el responsable del Sinae. Donde están todas las entidades públicas de coordinación ante emergencias, y muchas veces se invita a las instituciones privadas que colaboran. Y la verdad es que es un sistema único en el mundo. De varias partes del mundo nos preguntan cuál es el mecanismo, en cómo funciona, porque es un sistema muy bueno de trabajo ante situaciones de emergencia. Antes de irnos presentamos un plan nacional de riesgos que tiene que ver con anticipar muchas de las cosas, que vinieron para quedarse, el cambio climático vino para quedarse.

Entonces, tenemos que anticipar muchas de esas, entre otras es tener muy claro los números de lo que significa en términos económicos y en términos productivos, porque la otra variante es también en términos humanos.

Conozco porque toda mi familia es de Paysandú y vivo desde chico lo que significa el drama de las inundaciones del río Uruguay. El drama doble, hay cosas que se pueden reponer pero hay temas que hay que incorporar, que son nuevas, que en esta nueva realidad hay que incorporarlas, que es el tema de la contención, contención psicológica, afectiva.

Es duro, muy duro, pero, bueno, tenemos que asumir que esto vino para quedarse. Por eso tenemos que trabajar bastante preventivamente en lo que se pueda.»

Desde lo humano, ¿qué siente un gobernante al despertar con la noticia de que un niño mientras comía con su familia en su casa ha sido baleado por la espalda por una bala perdida?

«Indignación, impotencia. Mucha indignación. Lo dije al principio, yo puedo decir que bajaron los homicidios, poco pero bajaron, y que la tendencia es que puedan seguir bajando. En algunos departamentos más, en otros menos. Pero aumentó la violencia.

Y la verdad yo podría escudarme en decir: en realidad hay ajuste de cuentas o que la violencia se asocia muchas veces a cruce de bandas entre narcos. Pero yo no puedo justificar en ningún caso, sea por ajuste de cuenta un homicidio o sea directamente por un homicidio por otras circunstancias. Es un homicidio y punto, para esa familia es eso. Y para Uruguay debe ser mucho más indignante cuando genera efectos colaterales inmorales, ¿no? Que generan impotencia, mucha rabia, mucha indignación, como cuando terminan afectados los niños baleados o a veces muertos cuando tirotean una casa o cuando empiezan a tirotearse entre bandas en algún lado.

Consultado por el caso de la denuncia falsa a Orsi expresó:

«Esto lo tiene que resolver la justicia con garantías para todos, y cuanto antes mejor, y hasta el hueso. Soy el primer interesado en que vayan hasta el hueso y que los culpables paguen, porque son cosas que no se pueden admitir en el Uruguay que conocemos. Nosotros tenemos campañas duras, pero hay límites que no se pasan. Este tipo de cosas no se pasan. Yo les voy a decir la campaña que voy a hacer, voy a hacer yo, y les voy a pedir a todos y voy a exigirle a todos los compañeros que me acompañan a hacer una campaña dura de debate porque el rumbo que tiene que elegir Uruguay es seguir avanzando, pero no va a haber ni un tema personal ni un tema de descalificación ni un tema de un agravio. Ni siquiera voy a levantar la

voz, porque cuando uno está fino a sus convicciones, de que está llevando adelante una causa justa, no lo necesita. Esa es nuestra campaña. Yo creo que la campaña que los uruguayos esperan, y te voy a decir más, es la campaña que los uruguayos merecen, lo demás es basura, de la cual no voy a echarle barro al barro y de la cual no me voy a prestar.

Que la justicia lo resuelva cuanto antes y con garantía para todo, hasta el hueso.»

Ante la consulta sobre qué propuestas tiene para encarar el problema de la adicciones y la salud mental dijo:

«Nosotros tenemos acá previsto en este programa dos prioridades en el tema, un salto al bienestar, que es el tema primera infancia y el tema salud mental y adicciones. Primera infancia, no podemos pensar en el país más desarrollado de América Latina si no trabajamos en primera infancia, sobre todo en pobreza infantil. Está claro eso. El gobierno invirtió cincuenta millones de dólares en primera infancia el año pasado y es falta aterrizar directamente en territorio. Falta mayor coordinación y yo creo que sí, y se está trabajando en eso, se creó una unidad especial para poder aterrizar y tener más impacto. Es mucha plata, cincuenta millones de dólares adicionales.

Pero yo creo que gracias a lo que hizo este gobierno que ordenó la economía, que es otro país mejor que en el dos mil diecinueve, es que podemos pensar en trabajar en primera infancia y reducir a un cuarto la pobreza infantil. Yo creo que nos merecemos como sociedad hacerlo. Se necesitan gestión, sí, y además se necesitan más recursos. En el plan familia incluimos dentro de una de las partes más importantes el tema pobreza infantil. Más que pobreza infantil, primera infancia, que es mucho más general que la pobreza infantil, y la única cifra que di en este tema es que vamos a terminar el quinquenio invirtiendo en primera infancia, en plan familia, doscientos millones de dólares.

El otro esquema paralelo a este tiene que ver con la salud mental, fundamentalmente en dos sectores que son los que más la sufren. Los adultos mayores y los adolescentes. En los hogares de ancianos muchas veces están solos y es una realidad muy compleja, y tenemos que trabajar sobre eso. Tengo que darle la posibilidad de respuesta a nuestros abuelos que no tienen posibilidad de tener compañía ni de estar, y que muchas veces la familia no quieren o no pueden mantener o ayudar.

Y segundo, los adolescentes, que tienen una tasa de depresión que asusta, muchas veces con niveles de intento de suicidio o de suicidio que que nos nos preocupan. El INJU trabajó muy bien este tema en un programa que se llamó Ni Silencio Ni Tabú. Veintidós mil jóvenes entraron a los talleres para hablar de salud mental y de adicciones. Nosotros vamos a invertir, el gobierno está invirtiendo, veintidós millones de dólares en los dos temas, y vamos a trabajar en eso.

Durazno, es un ejemplo, hay un centro de Ciudadela que lo visitamos la otra vez con el Intendente, que la verdad que me llenó de orgullo. De las cosas más removedoras que escuché, fue escuchar a los que van por el día a poder comer una comida digna, a poder hacer un oficio o una artesanía o tener una ropa limpia, o poder lavarse los dientes, o poder tener hábitos Este centro diurno se va a transformar en nocturno y la verdad, tan removedor cómo escucharlos es ver a la gente que trabaja ahí con el amor que lo hace. No es solamente por un sueldo, es un sueldo y por una convicción y una vocación que obviamente te llena el alma. La experiencia de Durazno, la experiencia de Tacuarembó, que generó un centro de adicciones. Son experiencias piloto que vamos a seguir extendiendo. Ayer se votó una ley que tiene que ver con la internación compulsiva para aquellas personas en situación de calle con consumo

problemático de sustancias, que tienen riesgo para sí mismos o para terceros. Muchos provienen de que estuvieron privados de libertad, otros no, pero, bueno, todos tienen el común denominador, estar asociado al consumo problemático con problemas de salud mental. Muchas veces conjugados. Y la verdad que ayer se dio un paso importante en darle garantía a las personas, a todas las personas. Yo no creo que vivir en la calle sea un derecho, la verdad que no creo. Yo creo que es una circunstancia. Muchas veces cuando no está en uso de razón, tenes que internarlo, pero para eso tenés que tener la infraestructura para hacerlo. Lo primero es internarlo con orden médica y prescripción médica para desintoxicarlo y después entra un programa para tratarlo. Porque el que puede va a una clínica privada que son muy buenas, el que no puede está en la lista de espera. Y esa es la realidad que tenemos que cambiar.

¿Qué desafío presenta para el próximo gobierno, el atraso cambiario que se viene arrastrando, teniendo en cuenta el país agroexportador que somos?

«Yo creo que en la medida que sigamos bajando el déficit fiscal y el costo del Estado, vamos a presionar justamente él valor del dólar a la inversa, ¿no? Entonces estamos enredados, la competitividad no solo es atraso cambiario. Hablaría media hora de lo que es la competitividad, que tiene que ver con ruta seis, que tiene que ver con acceso, que tiene que ver con lo portuario, con la tasa consular, que tiene que ver con una cantidad con Internet, con energía, con todo eso.Pero si me preguntas sobre atraso cambiario digo: flotación libre, bajar el costo del Estado, bajar el déficit fiscal, regular la tasa de interés y que además las empresas públicas compren dólares.

A veces estamos atrapados por temas exógenos que pasa en la región, pasa en el mundo, esta situación de depreciación del dólar pasa en el mundo, porque entre otras cosas Uruguay es un contrasentido, ¿no? Porque pasa esto, pero es a causa, entre otras cosas, que entran muchas inversiones, dije hay veinte por ciento más inversiones que en el dos mil diecinueve y además tienen unos récord de exportaciones, que son todas en dólar, que entran al mercado a presión y bajan el dólar.»