Osiris, hijo del Yí: la voz que hizo cantar al paisaje oriental

Nacido en Montevideo pero marcado por Sarandí del Yí, Osiris Rodríguez Castillos dejó una huella imborrable en la música y la poesía popular uruguaya. Su canto y su guitarra siguen vivos en la identidad oriental.

Osiris Rodríguez Castillos (21 de julio de 1925 – 10 de octubre de 1996) fue poeta, escritor, investigador, compositor, cantante, instrumentista y luthier uruguayo. Aunque nacido en Montevideo, su infancia transcurrió en Sarandí del Yí, Durazno, donde el paisaje y la cultura rural lo marcaron profundamente.

Su obra reunió la tradición criolla con una visión innovadora. Rescató formas como el cielito y compuso canciones emblemáticas del acervo popular, entre ellas Camino de los Quileros, Cielo de los Tupamaros, Creciente en el Río Yí, La galponera, La batalla de Las Piedras, Matungo y Tata Juancho. También colaboró con Aníbal Pardeiro en piezas como El éxodo oriental y La muerte del General.

En 1981 partió al exilio en Madrid, donde vivió hasta 1993. A su regreso fue reconocido con una pensión cultural y retomó su actividad como investigador y docente. Falleció el 10 de octubre de 1996 en Montevideo, tras cinco días en coma provocados por un aneurisma de aorta. Sus cenizas fueron esparcidas en el río Yí, en una ceremonia familiar íntima y sentida, cerrando el círculo de su vida unida a esa tierra.

Su legado sigue vivo: en la voz de los intérpretes que rescatan sus canciones, en la literatura que lo recuerda y en cada rincón donde el canto oriental se mezcla con la memoria del río y del campo.