En una jornada dedicada a la salud cardiovascular, organizaciones del mundo llaman a no ignorar las señales del corazón y promover hábitos que previenen enfermedades que siguen cobrando vidas. La campaña 2025, bajo el lema Don’t Miss a Beat, refuerza que cada latido cuenta.
Cada año, el 29 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Corazón, una iniciativa impulsada por la Federación Mundial del Corazón junto a la OMS, que busca generar conciencia sobre las enfermedades cardiovasculares, su prevención y control. Esta fecha recuerda que, en el mundo, las enfermedades del corazón siguen siendo la principal causa de muerte, pero muchas de ellas podrían evitarse con intervenciones simples y accesibles.
La campaña de este año adopta el lema Don’t Miss a Beat — “No dejes de latir” — con una invitación clara: estar atentos al corazón, no ignorar señales de alerta y actuar con responsabilidad preventiva. Para acompañar este mensaje, se han preparado herramientas de comunicación y concienciación que permiten que comunidades, organizaciones y medios multipliquen el alcance de la campaña.
Las enfermedades cardiovasculares representan una carga enorme para la salud pública. Un gran porcentaje de muertes prematuras podrían evitarse si se abordaran los factores de riesgo con políticas y acciones eficaces.
Los principales factores de riesgo modificables incluyen: hipertensión, colesterol elevado, diabetes, tabaco, sedentarismo, obesidad, dieta poco saludable, consumo excesivo de sal y estrés crónico. Estos factores interactúan y potencian el daño al sistema cardiovascular.
Además, los síntomas de alerta muchas veces son silenciosos o se confunden: fatiga persistente, falta de aire, palpitaciones, molestias torácicas leves, hinchazón en extremidades o mareos. La concienciación y el diagnóstico temprano pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
Para todos, sin importar edad, estas medidas pueden fortalecer la salud cardíaca:
1. Moverse cada día: al menos 150 minutos semanales de actividad moderada.
2. Alimentación saludable: frutas, verduras, legumbres, cereales integrales; reducir grasas saturadas y sal.
3. No fumar: eliminar el consumo de tabaco y evitar el humo de segunda mano.
4. Controlar presión arterial y colesterol con chequeos periódicos.
5. Atención temprana: consultar al médico si aparecen síntomas persistentes.
6. Gestionar el estrés: relajación, buen descanso y equilibrio entre vida personal y laboral.
No basta con acciones individuales: se requiere que gobiernos, sistemas de salud, organizaciones y comunidades colaboren para que el acceso a la atención cardiovascular preventiva sea equitativo y universal. El Día Mundial del Corazón insiste en esa dimensión colectiva.
Hoy más que nunca, ese latido que no vemos late dentro de nosotros. No basta con esperar; es momento de escuchar, prevenir, actuar. En el Día Mundial del Corazón, recordemos que cuidar cada latido puede marcar la diferencia entre una vida activa y una que podría truncarse. No dejemos de latir.
