Que un partido de fútbol pase por vicisitudes como la de la tarde de ayer Domingo , es algo que tenemos que desterrar como sociedad.
Lejos de lo que fueron las fricciones del partido, patadas y pulsaciones a mil, lo sucedido fuera del escenario deportivo 14 de Octubre, fue preocupante.
Sin responsabilizar a los clubes que jugaban, ni al club anfitrión o a la Liga de Fútbol Ciudad de Durazno (LFCD), porque fue una situación generada en la vía pública, de igual forma afectó al evento deportivo y eso es lo que preocupa.
Personas corriendo hacia el interior del estadio huyendo de un momento de agresiones y violencia con armas de fuego en la calle, disparos y un par de heridos, fue la tónica de varios minutos de tensión y miedo, obligando a parar el partido y al público guareserse entre la tribuna.
Lastimoso por donde se lo mire, por más que en este caso, el hecho no se generó a causa de violencia en el deporte.
