María Yaniré Tafura Cabrera, mamá de Joaquín y Josefina, tiene 49 años y transcurrió su infancia en el medio rural, en Costas de Cuadras. Concurrió a la Escuela N.º 56, donde durante los seis años tuvo a la misma maestra, Susana Estellanos, quien se convirtió en una suerte de tía, parte de su familia. Fue sustituida durante 15 días por la maestra Yanela Palacio, recientemente fallecida.
Por Anabela Prieto Zarza
Yaniré recuerda su llegada con zapatos blancos y su niño en brazos, algo que ambas evocaban cada vez que la entrevistaba por su prolífica carrera docente.
Aquella niña de escuela rural, seguramente nunca imaginó que forjaría su carácter y su futuro con un micrófono entre sus manos, instrumento del cual haría un gran uso en defensa de los habitantes del medio rural y en la mejora de sus condiciones de vida, entre otras muchas causas.
La educación secundaria implicó trasladarse a Durazno, al Liceo Rubino. Fue un gran cambio. Su adscripto fue muy amoroso y la ayudó a adaptarse, incluso “haciéndole la pata” para que los sábados pudiera salir media hora antes y alcanzar el ómnibus que salía de Plaza Sarandí rumbo a San Jorge, llevándola de regreso a casa. Como no podía ser de otra manera, se trataba del Ex Intendente Carmelo Vidalín, desde siempre sensible a las necesidades de la gente.
Uno de sus primeros trabajos como estudiante, especialmente en vacaciones, fue en una juguetería envolviendo regalos para Papá Noel, muchas veces hasta pasada la medianoche. En aquella época, las horas de trabajo no estaban reguladas. Luego trabajó en distintos comercios hasta que llegó la maternidad y se tomó un tiempo para criar a sus hijos.
Doce años después, ante una invitación de Marcela (Percovich), llega a Radio Durazno, pero no a los micrófonos. En ese momento la emisora vivía un recambio de Dirección y la fusión con Durazno TV. Todo era nuevo y ella participó activamente de ese proceso.
Se desempeñó como secretaria y realizaba múltiples tareas. Un año y medio después, y según sus propias palabras, “por una de esas ideas locas de Marcela que se quería ir de vacaciones”, termina conduciendo en enero el programa Cazacuriosos. Aunque consciente de que no tenía la experiencia, la práctica ni el humor particular de Marcela, fiel a su estilo —que todo lo que se propone lo hace— aceptó el desafío. Su objetivo fue mantener la audiencia y, quizá sin darse cuenta, ya comenzaba a imprimir su sello personal. Lo transformó en un programa de música y entrevistas, en el que todos los días conversaba con alguien sobre temas de actualidad.
Sin dudas, esa fue la semilla que germinaría en Actualidades, el programa de televisión que lleva adelante desde hace 13 años. Con el tiempo se fueron sumando otras actividades: conducción de eventos, publicidad, y, otra vez sin aviso previo, llega De Buena Fuente. Eduardo Montesdeoca vuelve a Durazno, presenta el proyecto en la radio y busca una co-conductora. Marcela y Domingo (Rielli), sin que Yaniré lo supiera, la proponen.
Montesdeoca acepta, y cuando Yaniré se entera, una semana antes de comenzar, ya estaba todo definido. Ella lo había escuchado desde siempre en Radio Rural, por lo que era un gran reto trabajar a su lado y en ese formato. ¿Se intimidó? No. Es una mujer que encara todo lo que hace
con responsabilidad, dedicación y, sobre todo, con el alma, porque sin lugar a dudas, la comunicación es su vocación.
Inexperta, su principal dificultad fue demostrar “que no era muda” y lograr que Montesdeoca la dejara hablar. Poco a poco se fue ganando su espacio, ambos ajustaron sus estilos y el programa funcionó. Por razones personales, Montesdeoca regresa a su natal Sarandí del Yí. Queda al frente hasta encontrar alguien que la acompañe. Pero como suele decirse: no hay nada más permanente que lo provisorio. Y así sigue, sola, con su De Buena Fuente, programa del que está enamorada.
Su versatilidad le permite conducir Actualidades, donde promueve actividades culturales y solidarias, difunde obras sociales; y a la vez ser una conductora aguda, inquisitiva, perspicaz, intensa en la búsqueda de respuestas. Aborda temas políticos, policiales y sociales, llevando a su audiencia información de primera mano, en especial sobre los temas de mayor sensibilidad social, con la veracidad y profundidad que la caracterizan. Con ella, los entrevistados no pueden irse por la tangente.
Es responsable de la coordinación y contenido de dos programas más: los Informativos Centrales de Radio Durazno y de Durazno TV. Su día es sumamente intenso. Con orgullo declara: “mi hija es la conductora del informativo de Durazno TV». Hoy, gracias a su experiencia, todo fluye con más rapidez y lo resuelve sin estrés.
El vínculo con sus entrevistados es cordial. Con algunos ha generado relaciones de amistad y confianza. Muchas veces los contenidos de sus programas surgen a instancia de esas personas, que eligen tratar determinados temas con ella por la confiabilidad y el respeto que inspira como periodista.
Ha trabajado con total libertad en cuanto a contenidos, entrevistados y aspectos empresariales. Ha recibido el respaldo pleno de la Dirección de la radio, incluso en momentos difíciles, como un desafortunado caso con un exalcalde que tuvo relevancia nacional. En ese episodio, tanto la dirección como sus compañeros la respaldaron plenamente.
En alguna oportunidad, desde el poder político se pidió “su cabeza”, y la respuesta de la dirección fue clara: los periodistas son “libres y responsables de lo que dicen y lo que informan”. Se siente plenamente valorada en su labor.
Como a todos, la vida la ha marcado con momentos maravillosos y también con pérdidas profundas. El nacimiento de sus hijos figura entre los primeros. La partida sorpresiva de sus padres, a corta edad y con escasa diferencia de tiempo, entre los segundos. Siente que los perdió siendo muy joven y que sus hijos se perdieron de disfrutar a dos grandes abuelos.
A nivel profesional, muchos momentos la han marcado con fuerza. El buen uso del micrófono, los vínculos generados, su sensibilidad, sus valores y su espíritu solidario —propio de las personas de fe comprometidas con su entorno— se reflejan en tres casos que vale la pena destacar, porque muestran cuán importantes podemos ser para alguien cuando nuestro compromiso va más allá de nuestras obligaciones.
Una señora demoraba en acceder a un medicamento del Fondo Nacional de Recursos. Yaniré realizó contactos a distintos niveles gracias a sus vínculos periodísticos. A los tres días la señora obtuvo el medicamento y pudo vivir con calidad el tiempo que le quedaba.
Otra señora fue dejada en situación de calle por su familia y se encontraba en la Ex Planta de Leche, tapada con nylons en pleno invierno. Fuera de horario, Yaniré se hizo presente y transmitió en vivo. Se activaron distintos mecanismos, se presentó el director del Mides, Víctor Larregui, y la señora fue acogida por familiares. Hoy vive en Casabó.
Una adolescente con una enfermedad rara necesitaba una medicación que su prestador de salud (de fuera de Durazno) se negaba a proporcionar. Gracias a la gestión impulsada desde su programa, la joven recibe hoy su medicación cada 15 días y es una exitosa estudiante.
A las mujeres, les dice:
“El camino de cada mujer es propio. Permítanse recorrerlo con la intensidad que cada situación amerite. Las mujeres deben llegar a donde se propongan por habilidades y competencias. Detesto que se llegue por cuotas. Las mujeres son valiosas, inteligentes, sensibles y capaces de fijarse metas y alcanzarlas.”
