Prevenir es Urgente

Hoy, 17 de julio, se conmemora en Uruguay el Día Nacional para la Prevención del Suicidio, una jornada establecida por ley en 2007. Aunque a nivel internacional la fecha es el 10 de septiembre, en nuestro país se eligió este día con el objetivo de visibilizar el problema y fortalecer las estrategias locales de prevención.

En 2022, Uruguay registró 823 muertes por suicidio, alcanzando una tasa de 23,3 cada 100.000 habitantes, más del doble del promedio de América Latina. En 2023, las cifras se mantuvieron por encima de los 700 casos, lo que posiciona al país entre los de mayor tasa de suicidios en la región.

Los métodos más frecuentes incluyen intoxicación, ahorcamiento y uso de armas de fuego, y las tasas más altas se observan en adultos mayores, aunque también hay una preocupante incidencia en jóvenes.

Desde una mirada científica, Uruguay cuenta con un sistema nacional de vigilancia en tiempo real que registra intentos y muertes por suicidio en todos los servicios de urgencia del país. Solo en el primer año, se documentaron 4.723 intentos y 763 fallecimientos, revelando una proporción de seis intentos por cada muerte. El sistema evidenció que los adolescentes y jóvenes de entre 15 y 25 años, especialmente mujeres, son una población altamente vulnerable.

Desde la psicología, se insiste en la importancia de eliminar el estigma asociado a la salud mental, promover el diálogo, y capacitar a quienes están en contacto directo con la comunidad: personal de salud, policías, bomberos, docentes y referentes barriales.

En cuanto a las señales de alerta, se difunden herramientas como el acrónimo «IS PATH WARM», que ayuda a identificar comportamientos de riesgo: Ideación, Sustancias, Propósito, Ansiedad, Trampa, Desesperanza, Retraimiento, Ira, Riesgo y cambios en el Estado de ánimo.

¿Qué se puede hacer hoy?

Hablar sin prejuicios sobre salud mental.

Estar atentos a señales de alerta en personas cercanas.

Acompañar y escuchar, sin minimizar el sufrimiento del otro.

Promover el acceso a tratamientos y líneas de apoyo gratuitas.

Capacitarse y compartir información confiable en redes y espacios comunitarios.

Prevenir el suicidio es una responsabilidad colectiva. Escuchar, preguntar y acompañar puede salvar una vida.