El emprendedurismo es un motor clave para impulsar la productividad, la competitividad y el desarrollo de nuevos productos y servicios.
por Melisa Muñoz
Pimeras puntadas de esta historia:
Beatriz comenzó a coser a los 13 años, aceptando una propuesta de su madre quien la incentivó a estudiar algún oficio ante la imposibilidad de dejar el campo para realizar estudios secundarios. Fue así que, la mayor de ocho hermanos, tomó contacto con la Escuela Latinoamericana desde donde le enviaron 12 libros con la información teórica y gráfica: “ahí venía toda la explicación de cómo se armaba cada molde y yo tenía que armar la prenda el papel cosido a mano”, explicó Beatriz. Fueron “cien lecciones”, según el nombre del curso, el cual le llevó hasta los 15 años completarlo. Pero no fueron sólo moldes de papel, sino que de la ropa que recibían de familiares, su mamá desarmaba, lavaba y Beatríz confeccionaba ropa a sus hermanos menores.
“Así empecé a practicar”, dice Beatríz, que continúa su relato contando que a los 15 años “una tía se arriesgó, se compró una tela y me pidió que le hiciera un vestido”, la satisfacción de esa primera clienta la alentó a animarse y a la tía le sucedieron algunas vecinas, otras familiares pero sin desatender la demanda de los hermanos.
Mas adelante vino a Durazno ante el requerimiento de una tía para confeccionar ropa a sus primos para una fiesta de casamiento. Esos días que compartió con su abuela en su casa de Durazno motivaron el entusiasmo y la invitación para que se radicara aquí y comenzara a generar su clientela. “Mi propaganda fue Sandra”, dice Beatríz, explicando que el uniforme para el Jardín de infantes que le confeccionó a su prima tuvo mucha aceptación y debió replicarlo con sus compañeritas del. Desde entonces, lleva 44 años en el oficio, habiendo trascendido generaciones ya que tiene clientas a quienes les confeccionó su vestido de 15, el de novia y el de 15 de sus hijas.
BELUNA Design
En una especie de cooperativa con su prima Sandra, la niña a quien le confeccionó su primer uniforme, decidieron emprender. Sandra proporcionaba las telas y vendía en Montevideo entre sus grupos sociales las prendas que Beatríz confeccionaba. Así surge Beluna, como una sigla compuesta por los nombre de sus hijas: Belén, de Beatríz y Lucía y Natalia de Sandra. Más adelante fue su sobrina Antonella quien vendía las prendas de Beluna en ferias en la capital y en Durazno, desde el 2019 cuando Beatriz fue invitada por un grupo de emprendedores a participar de una feria navideña, Beluna se hace presente en las diferentes ferias ofreciendo su línea de diseños, que según explica Beatríz, “es ropa casual, de calle con prendas exclusivas y con talles reales”. Ésto último no es un detalle menor, ya que sus años de experiencia le permiten tener una idea precisa y coherente de los físicos femeninos, haciendo que sus prendas tengan buen calce en el común de las mujeres.
Emprendimientos en red
Así como hace más de 40 años sus redes familiares la ayudaron a formarse, comenzar a trabajar y crecer profesionalmente, las redes sociales electrónicas actuales le han permitido ponerse en contacto e intercambio con otros emprendedores de diferentes partes del país. “Por Instagram me
encontró una chica que tiene una boutique en Montevideo y me empezó a comprar ropa. O sea, a consignación me pedía yo le mandaba ella vendía y lo que no vendía después de un mes porque en me lo devolvía. Y así empecé yo con los zapatos”, haciendo referencia a la venta de calzado que comenzó al contactarse con una fábrica de calzado de tres hermanas emprendedoras. Y los vínculos y la oferta se amplía en el mes de Mayo, cuando conoce a una artesana que elabora ruanas y con quien también intercambia mercadería para diversificar su oferta.
Oportunidad de hacerte conocer.
De las ferias de emprendedores, Beatríz, destaca como muy positivo y enriquecedor el hecho de conocer a otros emprendedores y el intercambio que se genera. Además se refiere a que “siempre aparece alguien que no me conoce”, describiéndolas como “una vidriera” para mostrar los productos de cada uno.
