Su vinculación con la música comenzó aprendiendo guitarra, hasta que un día vio sobre un escritorio un instrumento «raro» a su edad y en un aula escolar.
Educación Secundaria la realizó en el Liceo Nº 2 «Mtro. Víctor Quiroga» y seguidamente en el Liceo N° 1 Instituto “Dr. Miguel C. Rubino”, culminando todos los estudios.
Recuerda que su vinculación con la música fue “en el año 2012 más o menos, estaba en la escuela 8, 1º o 2º de escuela y hubo un llamado para la Escuela de Música en su momento y me noté. Me acuerdo que había elegido guitarra, me había comprado una guitarra y todo. Ese fue mi primer acercamiento con la música y en realidad en ese momento yo, si bien a mí me gusta la guitarra y todo, no me veía estudiando eso como para vivir; me veía estudiando otra cosa. Después en el año 2016 llegaron a la Escuela de Música con un violín, me interesó y bueno, al año siguiente por curiosidad me anoté acá en el Núcleo (Durazno de la Orquesta Sinfónica Infantil y Juvenil) y desde ahí fue mi acercamiento también con el violín”.
Pese a que aprendió a tocar guitarra, incluso también concurrió al Conservatorio departamental de Música, después dejó esa formación “más por tema de tiempo y por concentrarme también con el violín solamente”.
“Nacho” Lockwood, comenta a Página Cero, que lo que lo atrapó del instrumento violín fue el sonido.
Antes comenta que tanto la guitarra como el violín “creo que cualquiera de los dos repertorios son bastante extensos, o sea, creo que después del repertorio de piano, el repertorio de violín y de guitarra es más o menos parecido”, y agrega: “pero a mí lo que me atrapó creo que fue en general el sonido, primero que nada; capaz lo raro del instrumento también porque no era muy común ver un violín; más en el Interior (del país), es más común ver una guitarra, un piano, una flauta; pero creo que fueron esas dos cosas, y también me fue interesando más a medida que entré, conocí, fui practicando, avanzando, el interés fue aumentando”.
Señala que la técnica del manejo del instrumento es distinta, “creo que hay una diferencia grande en las dos manos, no?, porque tanto la guitarra como el violín tenés que hacer cosas distintas con las dos manos. Por ejemplo, en la guitarra con la mano derecha tenés que pulsar cuerda, en el violín usas el arco y en la mano izquierda la nota, pero la diferencia, y creo que es más difícil con el violín, es que no tenés referencia ninguna para tocar con la mano izquierda. A diferencia que la guitarra tiene como los trastes, que ‘pises’, donde pises dentro de la referencia, va a sonar la misma nota; en el violín no”.
Y agrega, ejemplarizando con movimientos de las manos y dedos, “o sea, hacer ‘esto’ un milímetro ya te cambia cualquier nota”.
Además entiende que ejecutar el violín, requiere “por lejos”, mayor concentración que la guitarra y señala que la ejecución de una nota fuera de tiempo en una orquesta se nota, aunque resulte imperceptible para el público.
“Si es una orquesta muy grande, capaz no se nota tanto; (se nota) más visualmente que auditivamente, pero en general, si no tenés el oído entrenado o no conoces la obra, no te das cuenta”.
“Sí pasa que cuando se arranca a reducir y son cada vez menos músicos, se va notando más el error, porque son menos gente a tocar lo mismo, no?”.
La influencia del Mtro. Ariel Britos y demás docentes
Lockwood, señala la relevancia para el desarrollo de las orquestas sinfónicas juveniles en Uruguay, del Mtro. Ariel Britos, oriundo de Durazno, Director fundador de la Orquesta Juvenil Nacional del Sodre y valora el aporte recibido de los demás docentes hasta el momento.
“Yo creo que Ariel (Britos), es responsable de que hoy en día haya orquestas en todo el país, no?. Entonces, un poco de responsabilidad él, pero es gracias a que él pudo poner un Núcleo en Durazno, en que esté la orquesta. Pero generalmente creo que puedo decir que todo mi avance fue de esfuerzo, de hacerlo yo, si bien me apoyaron mis padres, profesores, el mismo Ariel (Britos) también, obviamente, dando oportunidades. Al final, sí, es lo que da, él da oportunidades, pero el tema de aprovecharlas y todo lo demás es de uno”, señala con reconocimiento a otros y a él mismo.
Y reivindica la llegada del género orquestal al departamento, comentando que “creo que es una forma de acercarnos a la música y estos instrumentos que nos son muy comunes, más en el Interior, pero en general, acercar estos instrumentos a niños que capaz no los conocían y también darles la oportunidad de tocarlos de forma gratuita, porque eso es lo más importante. A todos se les da la oportunidad de tocar, de aprender un instrumento de forma gratuita, a diferencia de otros lados que tenés que pagar instrumentos, tenés que pagar el Profesor que te dé las clases, lo que sea. Acá es totalmente gratuito y yo creo que va por ese lado, darle la oportunidad a los niños de que conozcan un instrumento y que capaz, como fue mi caso, que les cambie la vida”
Paciencia, perseverancia disciplina
Consultado sobre los aspectos a considerar como músico, específicamente un violinista, dijo entre otros atributos o facetas, “ser constante, disciplinado, obviamente tener interés, porque tenés todo el talento, pero si no estás interesado, no te va a gustar. Por ese lado, también siento el entender que tanto el violín como cualquier instrumento no es un que se te dé a corto plazo, o sea, es un poco también por ese lado de la paciencia, de cultivar el aprender; ‘estoy aprendiendo esto, me va a salir, pero me va a llevar su tiempo’, y la recompensa va a ser más a largo plazo de lo que me va a ser de acá a una semana”.
“Siempre tuve eso muy claro, capaz no tanto de chico, porque uno lo hace más jugando, pero a medida que creces te das cuenta de que es así. Estoy trabajando, estoy con mi proceso, soy disciplinado, sí, todo lo que quieras, pero justamente son recompensas como a largo plazo”, reflexiona.
Responde que fue a partir de que comenzó a ser docente, “yo creo que fue a partir de ahí, desde que tuve la oportunidad de arrancar a dar clases acá, que arrancó esa recompensa que en realidad nunca termina, porque siempre se te da esa recompensa, pero al final seguís trabajando por otra. Pero yo creo que sería a partir de ese año, que fue finales de 2021 que arranqué a dar clases acá, que también se dio a partir de ahí que arranqué con el tema de las giras de la (Orquesta Nacional) Juvenil.
Subraya que ingresar a la orquesta a nivel nacional, es un proceso de selección muy riguroso. “Se hacen audiciones todos los años, en febrero, son pruebas de admisión básicamente. Vas, tocás y bueno, eso. Hay una mesa de evaluación que entrás, tocás, ellos te escuchan, te evalúan y después en base a vos y a todos los que se presentaron al llamado, arrancan una lista de los que quedan”.
“Lo bueno también es que cada año la orquesta va rotando un poco. Si bien hay gente que se mantiene a lo largo de los años. “Yo por suerte desde 2019 he tenido la suerte de poder estar todos los años, pero sí es verdad que constantemente o porque se va alguien por edad o porque entra alguien nuevo, la orquesta se va rotando, no es un puesto fijo tampoco”.
Actualmente es docente de Violín en Durazno y Paso de los Toros; integra la Orquesta Juvenil del Sodre y cursa segundo año (de 4 en total) de Licenciatura en Interpretación Musical, en la Escuela Universitaria de Música, con especificación en Violín.
Las actuaciones y los viajes al exterior
Pese a su juventud, el violinista duraznense, tiene una importante trayectoria de actuaciones en nuestro país y en el exterior.
Actuaciones como solista con el núcleo orquestal, en el Hall del Auditorio Nelly Goitiño del Sodre.
En julio próximo está prevista (a confirmar) una nueva gira por España (Madrid, Tenerife, Las Palmas e Islas Canarias).
Su determinación y el apoyo familiar
Reconoce que desde que comenzó a practicar y ejecutar el instrumento, ha requerido de esfuerzo y dedicación, “no del lado de que tuve que hacer algo que no me gustó para nada, nunca, pero sí esfuerzo en el sentido de ser muy constante y ser bastante disciplinado con el practicar, yo voy más por ese lado del esfuerzo, no tanto de decir que hice algo que no me gustó ni nada por el estilo”.
Recién nombraste a tus padres, que podes decirnos del apoyo de ellos?
“Por suerte siempre he tenido padres que me han ayudado, siempre que han podido darme una mano me han dado. Yo tengo la suerte de poder contar con su ayuda. Y nada, eso. También es eso, lo lindo, no?. Está bien todo lo que, sí, siempre se da una mano, pero es con esfuerzo, no es que es algo que.., bueno, ‘te compramos un violín’; no, ese es un poquito más complicado, pero nada, siempre se me ha podido ayudar, dar una mano en eso”, menciona a modo de agradecimiento.
Sus padres tratan, en la medida de sus posibilidades, de estar en los conciertos, agrega, “van ahora los 19 de junio, los aniversarios casi siempre van, los de fin de año, que hacemos conciertos los 30 de diciembre; generalmente van a esos, si pueden ir a otro más, también, pero en general son esos”.
Mientras Ignacio “Nacho” Lockwood, sigue dictando clases, estudia a nivel universitario y continúa preparándose, persigue sus sueños, que son, dijo “terminar la formación universitaria, después terminar el ciclo en la Orquesta Juvenil, y después sería poder seguir avanzando y tocar en las orquestas profesionales del país, por supuesto, y quién dice que no, ojalá llegar a tocar o estudiar afuera (en el exterior). Sería un poco mis objetivos”, comenta el joven músico violinista duraznense.
