Vivió en la calle con sus hijas, hoy tiene techo propio

La joven mamá, Evelyn Budes, no daba crédito y la alegría la invadía hasta las lágrimas el pasado día Viernes 20 de diciembre, cuando pudo al fin sostener en sus sus manos las llaves de la casa propia, que no duda en señalar que «el día que yo no esté, tengo la tranquilidad que quedará para mis hijas».

Es que la vida de la mujer, no ha sido nada fácil, y mucho menos, sencilla, dado que tuvo que pasar vicisitudes inimaginables, como dormir a la intemperie, cobijando a sus pequeñas.

Hoy la vida le ha dado un giro y gracias al Plan «Juntos», tiene su vivienda en la zona oeste de la ciudad en Unión de Barrios y Las Higueras.

Budes, vivió con nervios y expectativa, los momentos previos a la ceremonia que le permitió acceder al techo, «muy ansiosa estamos, muy ansiosa, muy feliz y deseando ya estar en la casa».

«Yo soy de Santa Bernardina, me crié allá, y después con mi padre estuvimos alquilando, y de grande también siempre en casa ajena, siempre voy alquilando también», señala.

Agrega que el peor momento fue reciente, al comentar que «el año pasado quedé en situación de calle, me llevaron para un hogar en Montevideo; ya me habían anotado para la vivienda, pero ahí quedé seleccionada y después me volví para Durazno. Y ya con la noticia de que nos daban la vivienda y ha pasado todo muy rápido la verdad, ha sido todo, rápido y emocionante», comenta, agregando que fue notificada de la buena nueva en el mes de Marzo próximo pasado, «claro que se me ha hecho un poquito ‘largo’ el año si, pero la hemos llevado bien, la verdad que muy agradecida con la institución que me seleccionó, con la gente que me ha apoyado, que ha estado ahí también».

Evelyn, es madre soltera, tiene dos hijas de corta edad; Nayara de 12 años y Francesca de 4.

Sobre las prestaciones, servicios y comodidades de la vivienda (la número 13 del Plan Juntos), comenta que «la mía tiene tres habitaciones, una para cada una de nosotras, así que genial, muy cómoda; la verdad que estamos muy ansiosas por estar ya en la casa y la tranquilidad de que mis hijas van a tener su techo para siempre, que cuando yo no esté, van a tener su techo, y que no van a tener que pasar lo que yo tuve que pasar con ellas».

Sobre el mobiliario que posee y lo que le falta, comenta que «algo tengo sí; me están faltando ropero, cama para mí; las niñas tienen cama, y alguna que otra cosa me han regalado también, he comprado también algunas cosas».

«La vivienda ya nos viene con heladera y con calefón y algún regalito más también nos dijeron que nos iban a dar», agrega con la emoción lógica del importante paso concretado.

Estamos muy felices, la verdad que muy felices y agradecidas, concluyó.