De orígen de profesionales en el rubro, y de generación en generación, la historia de Camila Ltaif Gioscio, es particular y digna de ser valorada.
Aquella niña inquieta que dando sus primeros pasos pasaba horas armando y cambiando espacios utilizando las muñecas de la infancia, a la actual Diseñadora de Interiores reconocida en varios puntos del país.
Camila, recuerda que a corta edad «6, 7 años“, le pedía a su abuelo (el recordado Rematador, Salvador Ltaif) y a su padre (el también agente inmobiliario, Sergio Ltaif), para acompañarlos cuando desde el escritorio de calle Manuel Oribe, salían para observar casas para alquiler o para venta.
Se les adelantaba y era la que llegaba antes a subirse al vehículo para acompañarlos a cada visita inmobiliaria.
Una vez en el lugar, se abría para ella un mundo nuevo y mágico; su imaginación se echaba a volar y podía contemplar con particular observancia cada rincón de una casa, y que hacer para que ese lugar quedara -desde su óptica- mejor arreglado, mejor presentado ante sus ojos y los de los demás.
Los años pasaron y aquella incipiente curiosidad, dio paso a los estudios y al desarrollo de una profesión que hoy llena su alma, y que aunque los tiempos „no le dan“, es algo que siempre quiso hacer y que la satisface a cada momento.
Camila Ltaif (31 años), siente que está haciendo realidad aquellos sueños que surgían de su propia imaginación, cuando de la mano de su abuelo, y de su padre, descubría en cada casa, un mundo nuevo al cual darle vida y color.
Recientemente una de sus obras, identificada como Shizen, a los Premios ADDIP 2024, resultó elegida en la terna final en la categoría Micro Espacio Comercial. La ceremonia está prevista para el Martes 10 de Diciembre, a la hora 20:00 en el Sofitel Carrasco, donde se darán a conocer los ganadores.
Egresada de la Universidad de la Empresa (UDE) en la carrera de Diseño de Interiores, estudió también una parte de Diseño Industrial y en UTU Montevideo, la carrera de Infografía de Arquitectura, con una mirada visual de la arquitectura.
«De pequeña armaba la casa, el living, los cuartos, todas las habitaciones, digamos, sin jugar en sí, y después de más grande, cuando salieron los Sims, pasaba todo el día, también armaba las casas y tampoco jugabas, o sea, llegaba a armarlas y pasaba a otra y a otra; hasta que llegó la vida real“, rememora en entrevista con Página Cero.
Sus comienzos en el estudio respecto a la orientación estaban claros, no así en la carrera a seguir, dado que comenzó Arquitectura en la Facultad en Montevideo «pero hice un mes, y no me gustó, y me volví a Durazno».
«Como que lo pensé bien y ahí me volví y al otro año volví a Montevideo, ya definida para hacer Diseño Interior»
Entiende que «Lo teórico es esencial, porque sin la parte teórica no sale nada bien después, por más que uno imagina hacer tal reforma y uno no sabe cómo hacerlas, no llegás a plasmarlas. Yo hice Tecnicatura, que son dos años; en realidad estuve cuatro o cinco años en total de todas las cosas que hice, y después aparte hice un curso en la Universidad ORT de un programa que se llama Revit“.
El público que requiere sus servicios
La profesional citó luego que el público que requiere sus servicios es amplio «me llama de todo tipo de gente, para trabajos desde lo más chico a lo más grande; no hay un público objetivo, digamos, es bastante amplio».
«Como que lo tienen mucho más presente a la hora de generar un espacio. Antes era más usual comprar en la web 3 o 4 muebles y listo, y ahora se tiene en cuenta mucho más el vivir de cada habitación, y otra cosa fue que la pandemia colocó la oficina en casa, el lugar propio, eso también cambió ‚pila‘, por lo que dentro de todo lo malo que fue la pandemia y lo no deseable, en el sector trabajo generó mucho, en este y en varios rubros también».
Con el trabajo que realizamos «uno le puede dar más vida con lo que es mobiliario, decoración, terminación de los objetos, y va desde una casa, un local comercial, un local más grande, o sea, muy variado“.
Recordó que la decoración interior, no es solo poner un cuadro, un almohadón, sino que va «mucho más allá: todo tiene un porqué y un pienso desde antes; se planifica generar ese espacio, desde un planteo ‘en blanco‘, digamos. Se hace consulta de los clientes; cuáles son las necesidades; como es la familia; qué tipo de vida tienen. Entonces, en el anteproyecto piensas en el vivir de la familia para generar luego el proyecto. No es solo ir y comprar muebles. Se piensa si tienen hijos, cómo se usan los muebles; la calidad, la terminación, si se manchan, si están afuera, o sea, hay mucho pienso, que capaz que no se ve en ese proceso de llegar a un render, por ejemplo“.
Resaltó además que cuenta con todo un equipo de trabajo, explicando que «cuando hay, por ejemplo, partes de estructural, o tiradas de paredes, en esos casos se llaman al Arquitecto porque es un complemento. La parte de Arquitectura con la parte de diseño, pero después cuando son cosas mínimas, visuales, van en la parte del proyecto“.
Nexo con Arquitecto, Albañil, la Empresa
Al comentar un procedimiento habitual de obra, señala que „yo te entrego el espacio tal como te lo muestro en las imágenes. Yo me hago cargo de todo el proceso intermedio“, y agrega que primero realiza un relevamiento del espacio a intervenir, „sacado las medidas, plasmarlo visualmente en una planta arquitectónica, digamos, y charlar sobre cuáles son las necesidades. Generalmente se pregunta si hay un presupuesto, porque también es muy amplio lo que se puede llegar a gastar en una obra. Casi nadie tiene un presupuesto estimado, pero más o menos, charlando, uno se da cuenta cuáles son necesidades que está dispuesto a cambiar y ahí lo que se hace es una lista de las necesidades; quién va a vivir, qué es lo que se va a hacer, qué es lo que necesitan cambiar o colocar y con toda esa información genero un proyecto, que es lo que yo presento al cliente, que incluye imágenes virtuales de cómo va a quedar terminado el espacio“.
Camila, señala que por la experiencia de estos años, sabe que tiene que saber manejar la ansiedad del cliente, „todo el mundo quiere todo para ayer, y cada trabajo lleva tiempo, siempre hay imprevistos, porque en cada obra no depende sólo de mí, depende del carpintero, del albañil, del pintor, del electricista. En una obra algo se atrasa, pero generalmente se intenta cumplir con los tiempos“.
Para Camila Ltaif, la difícil situación causada por la pandemia, abrió y potenció el mercado del diseño de interiores en hogares, edificios, comercios.
«Yo creo que en la pandemia la gente se empezó a dar cuenta, pasó mucho tiempo en su casa, y se empezó a dar cuenta de cosas que antes, al no estar tanto (tiempo en su casa), uno no lo tenía tan en cuenta como ahora“.
«Creo que fue un momento antes de pandemia, como que seguí estudiando porque tenía un montón de tiempo libre y yo había empezado a usar los programas de 3D e hice un proyecto ficticio, para mostrar cómo poder vender mejor la casa y se la mostraba el dueño de la casa a quien le estaba vendiendo, como que ahí empezó más concretamente todo“, aunque resalta que „no hice nada, sin preparación“.
La entrevistada sostiene que cada vez más se percibe que la gente opta por vivir en espacios más acogedores.
«La verdad es que se mueve bastante todo el año. Igual yo voy por todo Uruguay, no trabajo solo en Durazno, sino que trabajo en varios lugares donde me llamen (Punta del Este, Tacuarembó, Paso de los Toros, como lugares frecuentes), pero en Durazno se ha movido bastante. Desde arreglar casas de campo,generar locales comerciales nuevos, pintar interiores de casa, cambiar iluminación, eso es bastante común, hay de todo, es una lista muy larga de cosas“.
«Siempre depende del estilo de cada persona. A mí me gusta variar mucho el estilo, siempre tomando en cuenta la necesidad y preferencia del cliente. Como que intentar hacer todo distinto. Si bien hay una tendencia siempre en el diseño de seguir la moda, digamos, siempre está bueno tomar en cuenta lo que le gusta al cliente y no repetir mucho lo clásico“.