La señora ha vendido en dos oportunidades el 5 de Oro, el primero fue en el año 1997, con un premio de 1 millón de dólares, y nunca recibió “un solo centésimo” de retribución, algo que se estila cuando una persona saca un premio mayor y quiere tener una deferencia con el vendedor.

Ahora el premio fue de 20 millones de pesos “y hasta el momento nada..”, señala, preguntada sobre si ha sido destinataria de algún presente.

Pero eso poco le importa, dado que es feliz con haber sido la protagonista de la venta y “haber favorecido a alguien que quizás necesite el dinero”

En diciembre 50 años de casados

Nacida y criada en el barrio Puerto de los Barriles, la señora Leona Cabrera Franco, tiene su venta de juegos de azar de la Dirección Nacional de Loterías y Quinielas (DNLQ) en su casa, ubicada en la esquina de 18 de Julio 852 casi san Martín, en donde también durante años tuvo su almacén.

Vive en ese lugar desde que se casó, señala a Página Cero.

“Y desde que me casé, porque viste que yo vivía en el Puerto de los Barriles, a tres cuadras de acá, donde están las viviendas, de las viviendas para abajo, doblando por (calle Petrona) Tuboras; ahí viví toda tu vida hasta que llegué acá. A los 19 años que me casé, y ahora el 26 de Diciembre van a hacer 50 años que nos casamos”, señala sobre Camilo Vignoly, que también desde el año ’70 se ha dedicado a la venta de quinielas en la esquina de 18 de Julio y Manuel Oribe “aunque ahora está un poco enfermo y le ha aflojado a estar al aire libre”, comenta la señora, agregando que tienen tres hijos, Camilo,María Mila y Jesús.

“Antiguamente tenía almacén, y hace 10 años que lo dejé, porque me cansé, era la única que lo atendía y me cansé, viste”.

“Mi esposo vendía antes que yo, desde el año ’74 vendía él, y después, ya estábamos casados, y arranqué yo también con esto de la quiniela, incluso antes que el almacén”

Ahora acá tenemos de todo, raspaditas, quiniela, y además la recarga de celulares, con eso vamos tirando”, agrega.

“Vendí el premio principal, no el revancha”.

Vendí el 5 de Oro, pero no sé quién es, viste”, comenta Leona, aclarando que lo que vendió fue el premio principal, “no el revancha”.

“Sacó 20 millones de pesos, pero viste que el ‘rejunteo’ y esas cosas que le hacen, hay descuentos y ahí son 17 millones”.

Preguntada sobre si ya hubo alguna retribución o detalle por parte del poseedor del número ganador, dijo que “por ahora, no, por ahora, nada”.

Rememora que en el año 1997 había dado un premio del Pozo de Oro de casi un millón de dólares “cuando era uno de los más grandes que había”.

Desde entonces hasta ahora nunca fue destinataria de siquiera un “vuelto”, aunque menciona que “no es obligación”, “la gente pienso que tiene un peso y piensan que vos le vas a pedir, como que tienen miedo viste por el 5 de Oro, que que son mentiras o que no es verdad, por qué lo pagan viste; ahora a mí han venido de la Banca (de Quinielas), para para salga allá en Montevideo”, comenta.

Un vecino le prometió un regalo para la nieta

“Tengo una promesa que ella no me deja mentir; a la nieta le prometí; mirá, hace 12 años que yo le jugaba, que si sacaba en aquel tiempo, ella (la nieta) tenía 15 años y yo le regalaba la fiesta, pero se va a dar”, señala Nelson Chávez, vecino de toda la vida de la familia Vignoly Cabrera, que tiene prometido desde entonces ese “pequeño” detalle.

“Esta vez se me escapó por poquito, me faltó solo un número”, comenta, mientras hace otra apuesta de cien pesos.