El joven fue seleccionado entre 19 finalistas de todo el país en el concurso Sembrando Arte y fue distinguido con una Mención Especial del programa y en forma adicional, dos becas para estudiar en la Universidad Bio, por el trabajo presentado que hace referencia a la estructura de silos del antiguo Molino Caorsi.
Lucas Dubán Fernández del Río, de 18 años de edad, realiza sexto año de Arquitectura en el Liceo “Dr. Miguel C. Rubino”; concursó entre 300 participantes de todo el país y fue finalista con su obra “Viejo Caorsi”, realizada en base a una composición de fotografía y óleo.
La historia de Lucas es particular, dado que además de destacarse en los estudios, fue deportista habiendo jugado al fútbol en las formativas del Club A. Wanderers; en la Selección de Handball de Durazno.
En sus actividades particulares y en medio de los estudios, ayuda en el almacén de su familia, atendiendo clientes, limpiando el lugar y reponiendo mercadería en el comercio “El Negro Soluciones”, ubicado en calle Batalla de Carpintería, cerca de la zona del Cementerio.
Esa acción espontánea y cotidiana del estudiante, habla por sí mismo, de la forma de ser y el espíritu de don de gente que anima a este joven, que sueña con algún día recibir el título de Arquitecto y plasmar sus sueños y proyectos en obras
Dijo de Sembrando Arte que “es un concurso que convoca a artistas amateurs de todo el país para presentar una obra con la temática costumbrista nacional, es decir que represente el departamento donde se vive, ejemplo en mi caso yo seleccioné el Molino Caorsi, que es uno de los puntos más reconocidos de la ciudad de Durazno y ahí de esos 300 artistas, seleccionaron únicamente 19, uno por departamento; fuimos los 19 a Montevideo a la ceremonia que se celebró en el Hotel Casino Carrasco”, explicó en nota con Página Cero.
La convocatoria apunta a “una técnica específica, era para determinada edad, determinada orientación, con sus términos y condiciones, como ser mayor de edad, es decir de 18 para ‘arriba’ y tenía que representar tu departamento y la técnica tenía que ser óleo o acrílico”.
Mientras todo ello ocurre y las “buenas nuevas” comienzan a venir, Lucas, tiene claro que el objetivo es continuar estudiando la carrera, y no duda en decir que “el año que viene ya me quiero ir a estudiar a la FADO” (Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo).
Cómo elegiste el tema, qué te inclinó a elegirlo y cómo preparaste el trabajo?
“Con la selección del tema tuve muchos problemas, tuve una semana entera pensando qué puedo pintar de Durazno, que represente Durazno y no fue hasta que un día estaba yendo al Liceo y paré en la avenida Frugoni y vi el Molino y dije, el Molino tiene que ser, y ahí le saqué una foto y de a poquito lo fui pintando”.
Para vos el Molino es también un icono de Durazno, así como el puente viejo o el río Yi?
“Si bastante, porque estuve escuchando la otra vez que capaz que lo quieren demoler y todo, y cuando vos venís en ómnibus a Durazno, una de las primeras cosas que siempre ves, es el Molino”,
Comentó luego que desarrollar el trabajo “fue un proceso largo, seleccionarlo fue un trabajo bravo, pero después no; le tomé varias fotos, más el hecho de que conocía el lugar porque pasaba muchas veces por ahí y me hice la idea de representar el Molino y al fondo otro de los puntos que apenas se ve en la pintura que es la Iglesia de San Pedro, que se ve la cúpula arriba”.
Trataste de plasmar en ese trabajo una panorámica que identificara lo más fielmente posible ese lugar?.
Ante la pregunta relata que cree haber logrado ese objetivo, “para mi gusto sí me quedó y se notaba los dos puntos” (el Molino y la Iglesia).
El tiempo que demandó el trabajo desde su concepción hasta que fue presentado y premiado, fue de un mes, señala.
“sumando el tiempo de la selección de la pintura un mes; tres semanas pintándola, día y noche con el secador de pelo para que secara más rápido y una semana haciendo y perfeccionando la obra”, que consistió, explicó el joven “en este caso le di una mano de un color neutro así por arriba y con pintura dibujé todo como sería el Molino; después con la pintura fui corrigiendo las proporciones y dando los detalles”.
El color neutro lo uso para que el blanco del lienzo no opaque el brillo de los colores y así se nota más el contraste que hay entre ellos”.
Cómo y cuándo te enteraste que habías sido seleccionado?
“Fue una vergüenza bárbara eso, porque yo justo un día me estaba levantando de casa, haciendo unos deberes para el liceo; estoy con la computadora y veo que el celular me vibra y decía, ‘es un placer informarle que fue seleccionado’ y está, una alegría bárbara tenía”, “cuando leí que decía Sembrando y todo eso, dije ta, quedé, y después me lo confirmó cuando la página misma de Sembrando subió la foto de los 19 y ahí estaba el Molino de Durazno”.
Ya en Montevideo, el joven duraznense fue objeto de algo que según señala, “no me lo esperaba; una a mención especial que se hizo, llamada Mención del Instituto Bios, que por lo que se dijo en la ceremonia a los jueces les sorprendió mi corta edad y mi talento que tengo para la pintura y cuando la misma directora del Instituto Bios vio mi pintura, dice que le gustó mucho y quiso dar sin previo aviso una mención especial a esa pintura”.
La mención le permitió acceder a un aporte económico como premio, «pero aparte del aporte económico, el diploma y todo eso, la misma Directora me entregó dos becas para cursar en el Bios el curso que yo quiera, no tengo todavía definido que voy a cursar; ellos se ponen en contacto conmigo y yo puedo elegir lo que yo quiera”
Señala que la experiencia vivida es algo gratificante que ayuda e impulsa, «me abrieron un montón de puertas para iniciar, puertas ya sea de trabajo, porque últimamente también me están escribiendo porque quieren retratos de las personas y todo”, señala y comenta que varios de sus trabajos han tenido aceptación y demanda, al punto que ha realizado ventas a pedido.
“En realidad yo estaba involucrado en el mercado de la venta, que así fue como arranqué dibujando, haciendo dibujos con colores y pintura, y ahí iba vendiendo; a veces subo dibujos míos en las redes sociales y todo, ahora hace poquito un diseñador gráfico que tiene una página acá en Durazno, me pidió si podía sumarme a la página y compartir fotos de mis dibujos y una pequeña inscripción mía”, comenta sobre el portal creativos.uy del diseñador gráfico Pablo Franco.
“Lo que más hacía son dibujos por encargo, por ejemplo, retratos, ya hice, para familiares o profesores, o de animales, me pidieron dibujar perros, por ejemplo”, dice Lucas, quien se muestra agradecido a quienes lo han apoyado. “Mi familia ya sabía que a mí me gustaba pintar y dibujar, pero fue un golpe bravo; bravo me refiero de abrupto, y quedaron todos contentos, muchos me acompañaron, los que pudieron, hasta mi padre incluso terminó llorando y todo”.
“Quiero agradecer a unas personas que son las que más me han acompañado, uno es (Eduardo) “Rayo” Ferreira, que a pesar de que fui un año solo con él, fue una de las personas que más me enseñó, iba dos veces por semana a la casa de él y que te escuchara, te contaba su historia y ayudara a buscar un estilo propio, era bastante importante; después también a Martín Barrero, que faltó a trabajar para poder llevarme y acompañarme hasta la ceremonia, y le pasó mi contacto a varios medios de comunicación, y Andrea Viñales, también, que era mostrarle mis dibujos y todo eso, y ella me daba consejos”.