José Rizzo se mostró contrario a la recientemente aprobada Ley de Medios y pidió que la Comisión de Derechos Humanos se expida con respecto al tema.
“Nadie ha hablado de la Ley de Medios, una ley que pretende amordazar, tiene un tufo a década del 70, Uruguay de la década del 70. Pretende amordazar y uno se pregunta en ese famoso artículo 72, que se derogó pero las intenciones estaban y están, de amordazar al periodismo independiente, valga la redundancia. Como se hace para ser imparcial, riguroso, plural, a criterio de quién, quien va a tener el criterio de decir que los medios o los periodistas van a ser imparcial, van a ser rigurosos cuando se está dando una información, seguro si van a decir que un Director de ASSE manifiesta tener un montón de correligionarios metidos a dedo en ese organismo, a alguien le va a molestar y va a decir la periodista no está siendo imparcial. O cuando se entregan apartamentos, o cuando la prensa informa que un vicepresidente no tiene el título que dice tener, o cuando hablamos de las horas extras de Artigas, cuando se es imparcial a la hora de dar una noticia” manifestó.
La ley sancionada establece algunos camios en las restricciones para obtener una licencia, se elimina el impedimento de “ser cónyuge o concubino, pariente por afinidad o consanguinidad, en línea recta, o colateral hasta el segundo grado, de titulares de servicios de comunicación audiovisual”. Según la información difundida, Uruguay tiene un sistema de medios “muy concentrado” en el que existen “grupos mediáticos que controlan la mayor parte de los medios”. Esta nueva regulación empeora la situación.
Especialistas indican que esta modificación busca consolidar el panorama actual y blindarlo de alguna manera. Se consolida el panorama hiperconcentrado en el sistema de medios con el perjuicio que eso tiene para la pluralidad, para la diversidad, para la posibilidad de que otros grupos interesados en participar del sistema de medios lo hagan.
“La verdad que es lamentable lo que se votó, que favorece a los grandes medios, a medios internacionales, quienes vivimos en el interior del interior sabemos lo que es llegar a la información y cuando nos llega la información como debe llegar, a la población, es un artículo que habla de sancionar para quien no lo cumpla, pero quien va a sancionar, el que se sienta ofendido, van a llamar a algún nostalgioso amigo para que formara alguna comisión y crear nuevos cargos, esto no es Venezuela, esto que está pasando es en nuestro país” dijo.
También se elimina el límite del porcentaje accionario que tiene que ser de propiedad nacional. Es decir, si se aprueba la ley así como está, un medio de comunicación no tiene que ser mayoritariamente propiedad de personas uruguayas, sino que puede ser de extranjeros y también se puede acumular más medios en el interior que en el área metropolitana, donde hay más población. El espíritu de la ley que se busca sancionar es dejar hacer y no limitar la concentración, no generar nuevos concursos ni nuevos actores que ingresen al sistema y que puedan darle oxígeno y diversidad de voces.
“Hace algunos años alguien decía que la democracia en este cuerpo, la democracia es una regla máxima donde todas las personas tienen los derechos y libertades aseguradas. Y que él se había enterado por la prensa de cosas que pasaban por ejemplo en Venezuela, votaron, levantan la mano para amordazar al periodismo y favorecer a empresarios y a grandes medios. Me gustaría que mis palabras pasaran a la Comisión de Derechos Humanos de esta Junta y que se realizara una declaración repudiando esta ley que pretende amordazar al periodismo en Uruguay” indicó.
Algunos cuestionamientos a esta ley dicen que se coarta la libertad de expresión y, a su vez, se interfiere en los contenidos periodísticos, amenazando a todos aquellos que emitan opiniones, valoraciones
