Panitea cumplió sus 15 años de trabajo intenso en la sociedad, dirigido específicamente a la atención de los niños y adolescentes con Trastorno del Espectro Autista, pero también a la concientización a nivel de la sociedad y la integración.
“Estos quince años de Panitea los vivimos con mucha emoción porque comenzamos un 4 de julio del año 2009, seis familias todas con hijos con trastorno del espectro autista, necesitábamos tener en el centro del país un lugar de referencia para las familias y también un lugar de atención para los niños. Entonces haber podido lograr el objetivo y crecer estos años es lo que más nos moviliza, porque en definitiva comenzamos con el apoyo de la sociedad en ese momento, muy de abajo” contó Solange Lacuesta, directora del centro de atención.
“Panitea ha crecido gracias al apoyo de la gente, de las familias y de varias instituciones que han creído en el proyecto y hemos ido creciendo a medida que los niños van creciendo y surgen nuevas necesidades. Todo el equipo de trabajo ha vivido con mucha emoción estos quince años, hay gente que está desde el comienzo, codo a codo con nosotros y la Comisión Directiva para lograr lo mejor, el equipo tiene sentimiento de pertenencia y eso es fundamental, así como las familias y el equipo de gestión, la Comisión Directiva, todos tenemos la camiseta puesta y sabemos que es una obra, una causa en común que vale la pena el sacrificio, porque vamos cambiando poco a poco la calidad d vida de nuestros hijos con autismo” agregó.
“Tenemos en la actualidad 60 niños, niñas y adolescentes, 40 asisten al centro educativo terapéutico y 20 a la estación La Cordobesa. En el centro educativo terapéutico ofrecemos una terapia individual, que se llama neurocognitiva de enfoque conductual, los niños luego de recibir el diagnóstico, aproximadamente a los dos años, comienzan con esa terapia individual que dura toda la etapa preescolar, luego comenzamos con un enfoque grupal para que adquieran habilidades socioemocionales que les van a servir para insertarse en la escuela y en lo social” dijo.
Además de los talleres y terapias, cuenta con servicios para atender demandas específicas de los niños, adolescentes y sus familias.
“Tenemos un servicio de apoyo pedagógico que es para los niños y adolescentes que van a primaria y educación media, con dificultades más que nada en matemáticas y lengua. Hay en este servicio la atención que ellos necesitan en esa área. Tenemos el equipo sicosocial que atiende a las familias y realiza talleres mensuales, con emergentes que surgen de los encuentros con los padres, el intercambio es muy rico y ahí vamos intercambiando estrategias con los padres y nos hace bien a todas las familias para esto que es la cotidianeidad y el día a día con nuestros hijos” contó.
“Actualmente los chicos también tienen clases de yoga los días lunes, donde aprenden técnicas de relajación, a bajar la ansiedad, trabajar la conciencia de su propio cuerpo. Para acceder a Panitea por lo general la neuropediatra o la siquiatra infantil envía a los chicos con diagnóstico, nosotros los evaluamos para armar un programa de intervención, es como un traje a medida de cada niño y adolescente que asiste, muchas veces vienen derivados por las educadoras de los Caif y las maestras que tienen idea de lo que es el trastorno del espectro autista y cuando ven alguna señal de alerta los recibimos, y si está dentro del trastorno se ingresa para que reciba el tratamiento” agregó.
La institución se ha convertido en un referente a nivel nacional en cuanto a la atención del trastorno del espectro autista.
“Panitea es un referente a nivel nacional, porque está ubicado en el centro del país y porque tenemos 15 años de trayectoria, que ha sido mantenida, permanente, donde hemos ido creciendo, tratando de colmar las necesidades de todos los chicos que están dentro del espectro del autismo, la primera asociación es la de San José que se llama Florecer y luego está Panitea, actualmente la Federación Autismo Uruguay de la que formamos parte tiene la idea de que en cada departamento haya una asociación de padres y un centro de atención para los niños con autismo así no tienen que viajar, porque eso les produce mucho estrés” agregó.
“Lo más importante ha sido el tema de la inclusión educativa, tenemos a todos los niños de Panitea incluídos, ya sea desde el Caif, Primaria, Educación Media, algunos han terminado el bachillerato, en el Polo Tecnológico por ejemplo, entonces ahora el gran desafío es la búsqueda laboral, insertarse a ese nivel. Hemos podido observar que dentro de las características que cada niño presenta, evolucionan de forma positiva, en algunos casos hay remisión de síntomas del diagnóstico y han tenido excelentes trayectoria educativas y de inserción social. En otros casos, cuando el chico está más severamente afectado necesita otros apoyos pero siempre es algo positivo” dijo.
“Panitea ha trabajado en estos 15 años de forma importante en Durazno, hablar de trastorno del espectro autista resulta algo conocido, la gente tiene información, sabe que puede acceder al centro terapéutico si necesita atención, hemos estado acompañados por los medios de prensa que nos han permitido llegar a todos, eso ha facilitado la apertura a nivel social y educativo, estamos muy agradecidos por todos eso” indicó.
La Cordobesa es un anexo esencial para Panitea, donde los adolescentes comienzan a tomar contacto con la producción y la recreación, el trabajo en equipo y el futuro.
“El centro de La Cordobesa comenzó a funcionar formalmente en el año 2023, tres días a la semana, con el taller de gastronomía, informática y huerta, en un convenio con Utu. Este año el convenio se amplía y estamos de lunes a viernes de 14 a 17 horas, van todos los chicos de 12 años en adelante, tenemos hasta 23 años, asisten a cuatro talleres, huerta, gastronomía, informática y deporte y recreación, que se incorporó este año. La idea es que cada grupo transcurra por los cuatro talleres y también vamos viendo los perfiles de ellos, lo que más les gusta, vamos definiendo las intervenciones” dijo.
“La Cordobesa tiene mucho potencial, la idea es tener también un lugar de recreación, poder criar animales de granja, actualmente está para construirse un vivero que mide 4 por 12 metros, fue donado por la Iglesia Mormona, ahí los chicos van a poder trabajar, sembrar, producir, y luego todo lo que se produce en huerta se elabora en el taller de gastronomía, los cuatro talleres trabajan así de forma integrada” contó.
“El otro desafío nuestro es poder tener más horas de atención, como un centro de día, nos estamos proyectando hacia lo que es la adultez, con respecto a eso estamos pensando en casas de tipo tutelada o de ese modelo, más que nada, centrados en la calidad de vida, donde las personas con autismo puedan vivir y tener la atención necesaria, que tengan actividades durante todo el día, que les lleve a no perder los hábitos y habilidades que han adquirido durante la infancia y la adolescencia” dijo.
“Estamos en formación continua, es un gran desafío, el autismo sigue siendo misterioso y enigmático, siempre se está recibiendo nueva información. Este año concurrimos invitados a los 40 años de Autismo Burgos, ellos atienden a personas con autismo durante todo el ciclo vital, desde los 2 a los 64 años, fue una gran experiencia y la idea es poder replicar esos buenos modelos que existen en el primer mundo” agregó.
Solange destacó el agradecimiento a toda la sociedad y las instituciones en esta celebración tan especial.
“Es importante agradecer a todas las instituciones que han hecho posible la existencia de Panitea, por ejemplo la Intendencia Departamental de Durazno, Inau, Afe, Utu, Club de Leones, Rotary Club, los medios de prensa, la Fundación Isabelina, los Hermanos Maristas por la confianza en Panitea ya que allí funciona el Centro Terapéutico, los socios colaboradores, las familias y todas las personas que día a día están colaborando con nosotros” finalizó.