Antonella es una joven profesora de comunicación visual que ha puesto en marcha desde hace algunos años el “Máximo Atelier”, inspirado en su hijo y en las ganas de compartir el arte desde la primera infancia.
“Soy Antonella Rodríguez González, tengo 30 años. Nací el 8 de julio de 1994 en San José de Mayo, viví hasta los 13 años en Sarandí del Yí, lugar donde vive gran parte de mi familia hasta que en 2007 nos mudamos a la ciudad de Durazno con mi madre y hermanos. Actualmente vivo con mi esposo Iván y mi hijo Máximo. Nos casamos en 2018 y en 2021 nació Máximo y con él mi maternidad” contó presentándose.
“Lo que más me gusta es pasar tiempo en familia, con mi hijo, estar en casa, soy muy de la familia y del hogar. También pintar cuadros cuando encuentro algún tiempito” agregó.
Antonella tuvo también un pasaje por el modelaje, durante algunos años estuvo concurriendo a diferentes eventos y tuvo lo que define “como su mejor experiencia” en el área: un viaje a Colombia donde además de competir y desfilar, conoció mucho de culturas alejadas a la nuestra.
“En el 2011, no fue algo que lo planee ni lo había soñado de chica, la moda no era algo de lo que yo soñaba, fue algo que se dio a través de las circunstancias y me gustó mucho la experiencia del modelaje, le di continuidad por algunos años más. Comencé ese año cuando fueron de la Oficina de la Juventud a UTU para incentivar a los jóvenes para anotarse al certamen de Miss Durazno, me anoté, quedé como Primera Princesa, en el 2012 me anoté otra vez, donde me eligieron como Miss Durazno, en el 2013 fui Miss Las Cañas, me eligieron también como Buena Compañera, fui elegida como Miss Cultura en un evento que se hizo en Durazno y en 2014 viajé a Colombia, porque no se hizo Miss Uruguay acá, me ofrecieron ir a representar a Uruguay en Colombia, fue la experiencia más enriquecedora de todas, además del crecimiento personal” dijo.
“Ese fue el primer viaje que hice fuera del país, tuve que ir sola porque las posibilidades económicas de mi familia no les permitían viajar, tuve el apoyo total de ellos, en el certamen allá me encontré con muchas chiquilinas de diferentes países, con formación, estudios en lo del modelaje y yo realmente lo hice porque era algo que me gustaba y como para vivir otra experiencia. En esa ocasión que era la Reina Internacional del Café, había un certamen paralelo de la Policía, allí fui elegida como Miss Policía de Manizales y en el reinado Internacional del Café quedé dentro de las cinco finalistas. Esa fue mi mejor experiencia con el modelaje” agregó.
“Participé en otros eventos, en el Raid de Sarandí Grande donde salí reina, fui Primera Princesa de Miss Expo Prado, Primera Princesa en el Certamen de la Vendimia, lo que me dejó esto fue la experiencia, lindos momentos, compartir con otras personas que hasta ahora tengo vínculos y que surgieron en los desfiles, conocer otras culturas, fue como una ayuda para desenvolverme personalmente ya que soy muy tímida ante los medios, fue algo muy enriquecedor” contó.
Ella es profesora de Comunicación Visual, una pasión que conoció y ejerce desde hace algunos años y que le ha permitido crear su “Máximo Atelier”, un espacio dedicado a la enseñanza del arte a los más pequeños.
“Soy docente de Comunicación Visual, carrera que es más conocida como profesora de dibujo, me recibí en el 2021 luego de tener a mi hijo, trabajo generalmente en la UTU, en el Liceo, en la Escuela de Arte hice una suplencia y en realidad lo elegí porque supe siempre que quería hacer algo relacionado al dibujo, no me di cuenta hasta que me fui a Montevideo para estudiar otra cosa y allí mi experiencia no fue buena, no quería irme de Durazno y al otro año regresé y comencé el profesorado de Comunicación Visual, ahí fue que conocí el gusto por el arte, el enseñar a otros, lo aprendí durante el desarrollo de la carrera, porque eso se aprende cuando uno comienza a dar clases y me gusta mucho enseñar” agregó.
“Si bien el profesorado está orientado hacia los adolescentes, después de tener a mi hijo y haber elegido el camino de la crianza respetuosa, estudiar mucho sobre las infancias, encontré desde ahí y en mi experiencia en la Escuela de Arte de Primaria, el gusto de enseñarle a los más pequeños. Los niños son sorprendentes, son creativos, tienen todo para explotar y ahí es que tuve una etapa en la que dejé de trabajar, supe siempre que quería tener mi propio taller y de a poco fui construyendo eso. Actualmente tengo un taller de niños de cuatro a diez años, ellos vienen a probar su experiencia y me gusta mucho enseñarles” dijo.
“El taller de Arte se llama Máximo Atelier, la inspiración para el nombre del taller y para la instalación es mi hijo Máximo. Allí se aprende desde la experiencia, desde el juego, se manejan lenguajes expresivos, no siempre sobre una hoja, también sobre bastidor, cartón, yeso, para que ellos puedan experimentar diferentes técnicas, diferentes soportes, diferentes maneras de ver las cosas. Desde una misma actividad surgen infinitos trabajos, ellos tienen una diferente forma de ver las cosas, a veces bailamos, disfrutamos, aprenden algún contenido relacionado con el arte, pero también es un lugar para que ellos tengan ganas ese día, hay un poco más de libertad que en otros talleres de arte, donde la planificación está primero. Acá ellos pueden elegir lo que quieren trabajar, uso la Pedagogía Montessori me gusta mucho tanto para la crianza como para la enseñanza.
María Montessori tenía todos los materiales al alcance de los niños para que ellos pudieran elegir, trato de a poco de incluir algunas cosas” agregó.
El arte es una forma de expresión única, Antonella considera que en la infancia es imprescindible darle espacio a su desarrollo.
“El arte en la infancia es todo, para expresar, para experimentar, no solo lo que es el arte. En el taller ellos crean vínculos, aprenden a compartir, a convivir, a través del arte pueden crear, imaginar, experimentar, es como que después desarrollan una mirada diferente, en la adolescencia te das mucho cuenta cuando una persona no ha tenido arte en su infancia, les cuesta imaginar, crear, el proceso de practicar actividades para que vayan desarrollando su potencial creativo, sin embargo de los niños surge espontáneamente, son sorprendentes. Me gustaría en algún momento tener algún atelier para grandes, pero no estoy preparada para eso aún, me faltan estudios en lo que es la parte de pintura, que generalmente es lo que la gente grande quiere. Con los niños tenés otras posibilidades, jugar, cantar, expresarse de diferentes maneras siempre desde el arte” finalizó.
