Cristina Gularte lleva adelante una dinámica vida, desde bailarina, peluquera, trabajadora doméstica, locutora, modelo y atleta, con muchísima energía y buscando seguir adelante, cumpliendo sus sueños.
“En mi familia somos seis hermanos, cinco mujeres y un varón. Mi niñez y mi escuela fue en campaña, en Caballero, hice hasta 5to de escuela en esa zona, mi padre era policía y lo trasladaron a Durazno, entonces me cambié a la Escuela N° 11, barrio donde viví bastante tiempo. Desde niña soñé con modelar, bailar, todas esas cosas que ahora se ven comunes pero antes nuestros padres no nos podían mandar a hacer porque salía mucho dinero. Tengo muchos hobbies, modelar, bailar, pintar, realmente muchas cosas, de grande pude terminar los estudios y me formé en varios oficios, además de cursar el liceo nocturno” dijo.
“Fuimos una familia muy humilde, mi padre era policía, mi mamá trabajaba en casa, nos dieron todo lo que pudieron, nos enseñaron todo lo que pudieron, no pudimos hacer el liceo porque eran otros tiempos y precisabas mucho dinero para seguir estudiando. Empecé a trabajar a los 14 años de niñera, luego tuve un novio, fui mamá joven, tuve mi primer hijo a los 16 años, siendo adolescente. Después, vino la segunda nena, se llevan tres años entre ellos y después mi tercer hija, los tuve seguidos, me crié junto con ellos. Los eduqué, no bajé nunca los brazos si bien me juzgaban por ser mamá joven, pero nunca me dio vergüenza, siempre miré para adelante y seguí. Creo que me daba más vergüenza hacerme un aborto que ser madre tan joven, los niños no piden venir al mundo, ellos no tienen por que sufrir, les tenemos que dar lo mejor. Como mamá, si bien me costó aprender un montón de cosas, crecí junto con ellos, creo que fue una de las cosas más lindas de la vida, les di todo lo mejor de lo que tenía” agregó.
“Luego me separé y me quedé con mis hijos, los terminé de criar, estuve con otra pareja que ellos aceptaron como un padre, se llevaban bien.Así fueron creciendo, estudiando, terminaron el liceo, hoy por hoy, dos de ellos formaron su familia, tienen su casa, tengo tres nietos hermosos, orgullosa de ser abuela joven, con 53 años que voy a cumplir, feliz de poder verlos grandes e independientes, disfruto mis hijos en cada hora libre que tengo” dijo.
“Ahí conocí el candombe, no bailaba, pero un día salió una comparsa a la calle y si bien siempre me gustaba bailar, cantar, salí atrás de una comparsa y me invitaron a bailar, me gustó y empezó mi expresión, mi baile por el candombe. Fue en el año 2003, después mi esposo Gerardo Díaz que tenía la comparsa Afrocan, fue donde empecé a bailar, a ayudar con la comparsa, me encantó, es una cosa que amo, el candombe en Durazno está muy perdido, me gustaría que apoyaran más esta cultura, si bien son las Primeras Llamadas del Interior acá el candombe como que no lo defienden” contó.
“Cuando mi esposo falleció, lo que me sacó adelante fue la música, el candombe, empecé a ir los fines de semana a Montevideo que me invitaba una amiga y ahí me metí en una comparsa, a mirar, a bailar, el candombe me sacó adelante, fue lo que me hizo vivir”
“Empecé a estudiar en Las Piedras y en Montevideo, porque siempre criticaban que no sabía bailar, me formé en el candombe, me perfeccioné, mi sueño sería bailar de vedette en Afrocan, comparsa donde no estoy desde hace tres años, no he cumplido ese sueño ahí, pero si en otras comparsas. Mi esposo nunca quiso ponerme porque no quería problemas, porque yo era la esposa, pero aquí estoy, de pie y sigo” agregó.
“Actualmente doy clases de baile en los Cib, en La Amarilla, el Varona, la Higuera, Plaza Uno, a señoras grandes que quieren cumplir sus sueños y me siento feliz por eso. Hay que cumplir los sueños, si se puede, si se quiere y si se debe. Para mi el candombe es todo, comienzan a sonar los tambores y te olvidás de todo, bailás y te renueva la energía, ojalá que quienes quieran comenzar en el candombe lo tomen como un relax, como algo bueno para la salud, es como un día que vas a bailar y sacarte de adentro todo el dolor, la rabia, largar todo y renovarte, esta cultura tan linda que te hace conocer gente, ocupás la mente en cosas sanas, aprendés cosas, ayudas a otros, tantas cosas se puede hacer a través del candombe, en Montevideo se vive distinto, se ve con otra alegría, acá lo ven mal, la gente se sienta en la vereda a criticar, tal vez porque no se animan a hacer lo que vos hacés, pero no me interesa si me critican o no, yo hago lo que me gusta mientras los demás critican” contó.
“Si bien bailé en comparsas en Montevideo, en las Llamadas de Montevideo con la comparsa Malunga, una en la que me gustaría salir es en La Gozadera, pero aunque me han invitado no me dan los tiempos, trabajo de lunes a viernes como doméstica en casas de familia” agregó.
También tiene una preferencia especial por el deporte, la carrera es una de sus pasiones y la sigue practicando habitualmente.
“Comencé con el deporte por un tema de salud, comencé con hipotoiroidismo y estaba muy gorda, me mandaron a caminar y comencé a correr. Me aconsejaron que no, que comenzara a caminar y luego de bajar de peso, iniciara en la corrida, después que llegué al peso adecuado empecé a trotar y ahí empezó a gustarme el deporte, me hace bien para el cuerpo, mi mente, un dia cuando mi esposo se retiró de Afrocan seguí un año más y después me fui, me invitaron para hacer triatlón, comencé en eso y estuve varios años en esa actividad hasta el 2019, cuando llegó la pandemia. Pasé muy lindo, competí en carreras, en bicicleta, viví muchas experiencias lindas, uno de los viajes más lindos fue a una carrera en la montaña, una semana donde tuvimos la oportunidad de correr 21 kilómetros en un lugar muy especial” contó.
Durante la pandemia siguió entrenando en forma individual, al volver a la normalidad siguió con otras actividades, clases de baile, natación, sin dejar de correr o hacer bicicleta.
“Hace dos años y medio fallece mi esposo y dejé todo, se me terminó el mundo. Arranqué de a poquito, dejaba, arrancaba de nuevo, un día estando en casa sola y en facebook vi un aviso en el que buscaban señoras para modelar, le escribí y le dejé mi número. Me llamó y me enganché en el modelaje, uno de los sueños que tenía de niña, de desfilar, se cumplió ahí. Me gustó esa actividad, comencé la escuela de modelaje, seguí con las clases de candombe, el 18 de agosto viajó a Ecuador con la escuela donde estoy para llevar la cultura uruguaya a otro país” dijo.
“Me gusta la pasarela y mostrarle a las mujeres grandes que se puede hacer, que se animen. Hoy estoy preparando a participantes de Señora de las Cuatro Décadas que se hace todos los años en Sarandí del Yí, esta vez será el 4 de agosto, he ido como participante y ha sido una lindísima experiencia, con participar ya soy una ganadora, en uno de esas competencias fue que gané la Señora Actitud, un premio que no esperaba y me gustó muchísimo” contó.
También se ha dedicado al masaje “es algo que naturalmente me salía hacer, cuando estábamos saliendo de la primer pandemia, una amiga argentina que viene a dar sus masajes y terapias, comenzó a hacer cursos de esta técnica y me gustó la idea. Aprendí y actualmente soy masajista, me gusta aliviar a las personas que llegan” contó.
Cristina se ha formado en muchas cosas, cursos de envasados, peluquería, costura, pintura decorativa, donde da rienda suelta a su creatividad y energía.
“Las mujeres hoy en día tenemos los mismos derechos que los hombres, salimos a la calle a trabajar, tenemos los mismos derechos que ellos, así que no digan que no pueden hacer algo, si podemos, podemos todo. El querer es poder” indicó.
“Otra sorpresa que me trajo la vida es la posibilidad de hacer un programa de candombe en la FM, “El candombe es vida”, me encantó hacerlo. A partir de ahí comencé a estudiar locución, para perfeccionarme, mejorar, ahora hace tres meses estoy haciendo un programa con otras colegas “Tres brujas sueltas por la noche de Durazno” y se emite los domingos a la hora 20 en la 104.1 Radio del Pueblo. Cada una de nosotras aporta un bloque distinto al programa, tarot, conocer personas, consejos de medicina natural, recetas básicas y sencillas, con esto sigo descubriendo todo lo que me gusta hacer” finalizó.
