Mónica Guartechea ha sido siempre una mujer emprendedora, madre de familia, comunicadora y también artesana desde siempre.
“Soy Mónica Teresa Guartechea González, la tercera de ocho hijos de Elsa y Fermín y crecí entre telas, agujas y lanas, porque las mujeres de mi familia no trabajaban fuera, si mi madre, pero no mi abuela y mis tías, todas cosían y tejían y en ese ambiente crecí, creo que soy emprendedora desde que tengo uso de razón proque siempre hicimos tejido y costura para la familia” contó.
“Así crié a mis cuatro hijos que son el motor de mi vida, además de mis cuatro nietos, traté de inculcarles también el placer que da hacer cosas con las manos, el placer que brinda hacer una ropa, un tejido para una persona querida, un arreglo de una prenda que nos gusta y no queremos perder, reciclar ropa de los grandes para los chicos, ese ha sido siempre mi trabajo” agregó.
En la comunicación
Durante muchos años se desempeñó en medios de comunicación, radiales y televisivos, de los que se despidió hace menos de un mes, una vocación que surgió de casualidad y que la vivió intensamente.
“Los medios de comunicación me encontraron grande, con hijos que estaban en la escuela o el liceo, empecé de casualidad, pero siempre la costura y el tejido estuvieron presentes en mi vida, no dejé de hacerlo nunca. Los medios me dieron la posibildiad de vincularme con otras personas, con otras cosas. Tuve la suerte de conocer personas que hacían de la costura y el tejido como parte de su vida, crecer con ellas espiritualmente y allí aprendí a tejer, coser, bordar, amar lo que es hacer cosas para otros” dijo.
“Los medios de prensa fueron una vinculación muy especial, con otras personas, aprendí que mi opinión importaba pero no era lo más importante, sino la información, el ser verídico, honesto con lo que uno trasmite a los demás, eso hice mientras tuve la oportunidad de hacerlo. Recientemente dejé de hacerlo, el 31 de diciembre me despedí de Canal 8 y la posibilidad que me dio Fabrizio Volpe de estar compartiendo con mucha gente todas la mañanas” contó.
“Ellos me han hecho saber que me extrañan, pero todo tiene un ciclo y entendí que en la televisión mi etapa ya había pasado, estoy grande y me quiero dedicar a mi familia, mis nietos e hijos son mi motor. El 12 de enero tuve la bendición de recibir un nuevo nieto y quiero ser una abuela presente, a eso me dedico” agregó.
En el Paseo
Mónica ha tenido diversos emprendimientos puntuales durante toda su vida, siempre buscando un producto que le permitiera llegar a la gente. Actualmente está en uno de los locales del Paseo de los Artesanos, con sus prendas en crochet y prendas de vestir que elabora su hija.
“El Paseo de los Artesanos para mi es un placer, es un momento de distensión, de estar haciendo lo que me gusta que es tejer, atender al público y estar con gente que está en el mismo camino, de emprender, de mostrar lo que hace y enseñar este arte, sin duda tejer es un arte, uno lo aprende, lo puede enseñar, incculcar, compartir” dijo.
“Todos tenemos talentos que tenemos que desarrollar, creo que el mío es hablar, tejer, coser y estar con mi familia. A eso me dedico, no se como explicar lo que se siente al tejer, es evadirme de los problemas meterme hacia adentor y solucionar muchas cosas conmigo misma, limpiar mi cabeza, limpiar mis momentos de enojo o de no encontrar soluciones” contó.
“El tejido me distiende, me aclara la mente, si muchas mujeres y hombres pudieran hacer trabajo con las manos estaríamos mejor de la mente, haciendo cosas lindas y que nos dan satisacción estaríamos menos enojados con la vida y más felices, algo que vemos muchas veces y parece no tener solución” agregó.
“Me sentiría terrible si no pudiera hacer cosas que me gratifiquen y que pueda embellecer a otras personas con mis prendas. El local es un lugar fantástico donde encontré gente divina, me siento
identificada con ellas y eso signfica marchar hacia adelante, algo que les trato de mostrar a mi familia”.
La familia
Su familia está integrada por sus cuatro hijos y cuatro nietos, a los cuales también les ha mostrado siempre su trabajo y el valor que tiene hacer cosas manuales.
“A mis hijos les gusta hacer cosas con la manos, mis hijas cosen y tejen, me siento feliz de la vida porque eso lo he logrado trasmitir a ellos. No sabría vivir sin mi familia, sin abrazarlos y verlos, como así también a mis amigas queridas que me han acompañado durante mucho tiempo, en tiempos difíciles porque nadie tiene una vida lineal y no todo son rosas, pero sin sacrificio y sin trabajo no hay nada”.
“Me siento una mujer realizada y feliz, agradezco a la vida y a la gente que me rodea y me quiere, y a la que no me quiere también porque son las que me impulsan a ser mejor cada día” finalizó diciendo.