Alba Santos es una referente de la cultura carmense y en la celebración de los 150 años de la ciudad, llevó adelante junto con su familia la apertura del Museo del Vino, una experiencia que unió historia, cultura y costumbres de la zona.
Alba Santos es docente jubilada de educación musical, Alguacil en el Juzgado de Paz Departamental de Durazno, “hacedora de actividades culturales en mi pueblo (Carmen) y donde esté trabajando, trabajé en el Liceo 2, en el liceo del Carmen, en el Rubino en Uruguay Estudia, en el Pabellón 18 de la Cárcel, fui receptora en el Juzgado Letrado, estuve a cargo de la Mesa de Menores y Violencia Doméstica en el Juzgado Letrado de Durazno y conformé la Comisión Contra la Violencia Doméstica y ayudando a la UEVD cuando estuvo en Jefatura”.
“Tengo tres hijos, que son siempre acompañantes y colaboradores incondicionales en las iniciativas que llevo adelante y cuatro nietos, trabajo en Durazno pero también como ayudante honoraria del Taller de Música en la Escuela 11 de Santa Bernardina, en el Colegio del Carmen y hago todo tipo de actividades culturales cada vez que se presenta la ocasión, como el pasado fin de semana aportando desde mi lugar para los 150 años del Carmen la creación del Museo del Vino y el apoyo para el espectáculo de músicos, porque también conformé el grupo Savia con el cual representamos durante once años a Durazno en todo el Uruguay con Joselo Díaz, Carlos Rodríguez, Rafael Rodríguez, Pablo González, Néstor González. Actualmente también integro el Coro de Pierino Techera que desde hace cuatro años un proyecto para el mides, que ganamos, el Grupo Coral Carmense que se realizó nuevamente para los festejos de la ciudad del Carmen” contó.
“Durante muchos años trabajé como docente de francés y música en el liceo y cuando sacaron francés de la educación, en el año 1984, como eran pocas las horas de música, tenía dos hijos, concursé para ingresar al Poder Judicial e ingresé en Durazno. Después de 13 años de trabajar en el Carmen pedí traslado a Durazno y concursé para Alguacil en el Juzgado de Paz. Mi trabajo me gusta en general, este último cargo no es tan de mi agrado porque es bastante complicado en algunas instancias, como los lanzamientos, pero alguien tiene que hacerlo, es el trabajo que tengo hoy en día” agregó.
Alba dejó la docencia de música durante la pandemia “porque el trabajo por zoom no me atraía mucho para la música y porque estaba con bastantes años para jubilarme, pero no he dejado la docencia porque sigo haciendo cosas con los jóvenes”.
“El Museo del Vino es algo que hace mucho queríamos hacer porque toda mi familia ha girado en torno a la vitivinicultura, fue mi abuelo Pedro González llegó en 1944 a la bodega del Carmen a hacerse cargo, llamado por don Andrés Faraut y desde esa fecha hasta que cerró la bodega ha estado en manos de mi familia. Trabajé en la bodega, como traductora de francés, en los invernáculos. En esa época hacíamos injertos, fue algo único en el país y una época donde hubo muchísimas mujeres trabajando en los invernáculos y en la vendimia, se llegaban a vender más de 300 mil plantas por año en el Uruguay de injertos que eran sobre estacas traídas de Francia más las plantas que había en el Carmen en la bodega. El enólogo que trajo al viverista Roland Cousteau fue Pedro González Santiago con el que luego conformaron Centro Vitis” dijo.
“El Museo fue organizado para esta celebración del Carmen, contando la historia del vino en el Carmen, allí explicamos cómo funcionaba la bodega y pensamos en octubre, entrar en las celebraciones de los 150 años de la vitivinicultura en Uruguay y queremos hacer un proyecto junto con el Liceo y la UTU, para elevar la muestra, algo más técnico, con conferencias para las cuales están invitados el enólogo Pedro González Santiago, al Ing. Walter González Santiago, otros representantes importantes del vino en la ciudad, quienes también se portaron excelente en esta primera presentación, dándonos el vino para la degustación que se hizo” agregó.
El Museo mostró desde fotografías de fiestas de la vendimia, reinas de la vendimia, también la historia de la llegada de don Andrés Faraut desde Francia, el armado de la bodega y su evolución, fotos antiguas de la bodega Faraut que tuvo una producción impresionante, con una gran repercusión en todo el Uruguay y Latinoamérica, con vinos que no se habían creado, como el medio y medio, creado por ellos.
“Tenemos un grupo de la celebración de los 150 años y todos sienten que el estado actual que tiene
la bodega, que está en ruinas, es lamentable. Se siente triste que la Intendencia nunca se preocupó cuando pedimos que la bodega sea un museo, no hay respaldo para que las cosas acá sigan teniendo un valor histórico, necesitaríamos en el Carmen un lugar donde tener un museo, algo que hace años se está conversando y no hay respuestas, por eso las cosas las seguimos teniendo las personas en sus casas en vez de tenerlas reunidas en un lugar donde todos puedan verlo” agregó “ojalá en el futuro alguien nos apoye para dejar esto como un Museo en el Carmen. Algo que me llamó la atención durante la muestra en el Museo fue que los jóvenes Liceales y de UTU se asombraban en el Museo del Vino y en el Museo Histórico de conocer hechos, actividades y empresas de las cuales sus padres y abuelos nunca les habían hablado, es como que se ha estado perdiendo esa conexión padres, hijos, abuelos. Hasta les mostré a muchísimos muchachos que algunas de las personas de las fotografías eran sus abuelos, bisabuelos o tatarabuelos”
Alba considera que la cultura y las tradiciones son importantes en la formación de las personas” hemos perdido décadas creo yo de transmisión de nuestras tradiciones…la pandemia empeoró el hecho de que la escuela era el espacio donde los padres dejaban en manos de maestros la enseñanza de tradición, historia y cultura. Y la propia educación en Magisterio tuvo un cambio muy grande donde por mucho tiempo se evitaba transmitir alguna música por motivos políticos o de ideología. No fue mi caso porque siempre estuve demasiado involucrada en el folklore ya que mi madre continuó con el conjunto Aires Regionales que iniciara hace más de 60 años el Maestro Raúl Pintos en Escuela número 4 del Carmen y que fuera el Primer Conjunto de Danzas Folklóricas que actuó en el Festival Nacional de Folklore, hecho que también se les olvidó a las autoridades del momento cuando en el 40 Festival no lo nombraron. Creo que es muy natural desde Durazno intentar apagar la luz y la Cultura del Carmen, sigo sin saber por qué” finalizó diciendo.