Esternocleidomastoideo: ya está en todas las tiendas musicales

Leandro González, conocido más como Léa, Lele o bajo mi seudónimo Changaché, editó su EP (un minidisco) llamado Esternocleidomastoideo que está disponible en todas las tiendas musicales digitales.

«Sale a la luz un trabajo de 2 años que llevó mucho pienso y experimentación desde lo musical, el primer gran obstáculo que se presenta en cada nuevo proyecto es ¿como querés sonar? ¿como querés que se identifique tu música? y eso conlleva una labor comparativa con artistas a fines a nuestros gustos y sacar de ahí insumos, después hay que intentar plasmar desde lo productivo tu propio estilo y paso a paso se suma una lista casi interminable de etcéteras que engloban la cantidad de instrumentos que querés grabar, voces, tomas, mezclas, pre masterización, compartir tus resultados con otros colegas y que ellos hagan la labor de criticar tu contenido, que te falta, que se escucha más, que sonido destacar y cual sobra; después la masterización final, la distribución en redes y siempre darle continuación a lo que hagas, no dejarlo al olvido, replicar, hacerle acuerdo a la gente de que tu música sigue existiendo. Todo ese laburete, que por lo general los artistas consagrados tienen un equipo extenso que se encarga, lo tuve que hacer solo, por obvias razones no logré detalles que quería que figuraran, producto de mi poca experiencia y del poco tiempo, porque también hay que sumarle la vida personal y laboral” contó Leandro después de haber lanzado su trabajo. “A muchos artistas les pasa, hacer todo a pulmón, no soy el único; por eso haber concebido este producto más allá de los aciertos y errores, es un triunfo personal, logré superarme y continuar afirmando que «yo también puedo». Que este mensaje les sirva a todos aquellos músicos/as que lo están intentando, no abandonen, sigan a su propio ritmo, se puede llegar a la meta” agregó «Esternocleidomastoideo» es la prueba de ello, si yo pude, vos también”. Sobre los proyectos a futuro, Léa contó que “después de este trabajo se me vienen mil ideas para explotar en mis próximos proyectos, casi de seguro mi 1er disco (no EP que se trata de un disco de corta duración) sea totalmente instrumental, no solo me gusta hablar con letras, también la melodía dice mucho… pero tiempo al tiempo; porque además estoy metido en La Guevara”. Léa

Con una personalidad extrovertida y chispeante, nos contó sobre su vida y sus vivencias.

“Actualmente me desempeño como docente de Comunicación Visual, recibido claro. Nací en Montevideo, pero viví gran parte de mi infancia en Blanquillo donde tuve lo que todo niño y ser humano merece en esta vida, una familia afectiva laburante; responsable, comida, techo y educación. Ahí es donde entro en contacto directo con la música a través de mi padre, ya que integraba la agrupación tropical muy famosa en el departamento de Durazno: Los Indómitos. Recuerdo asistir a los ensayos y también a los bailes en los galpones de AFE; simplemente me encantaban, fueron mis primeros “Beatles”, dijo. “Desde pequeño desarrollé la pasión por la percusión, tanto así que dibujé en la pared de afuera de mi casa, en Blanquillo, un octapad ó también dicho criollamente “pailas”; con dos palitos golpeando sobre ella practicaba todos los días la métrica tropical y también sus arreglos entonando alguna canción” contó. “Mi viejo ex funcionario de AFE y músico, mi madre laburaba como operadora en la antigua central telefónica de Antel y en sus ratos libres oficiaba de ceramista donde conocí por intermedio de ella a un gran maestro artesano llamado Antonio Resónico; aún lo recuerdo con mucho cariño, gran persona. En 1998 nos mudamos a la capital departamental (Durazno) y es aquí donde comienzo a tener contacto con instrumentos reales y con la diversidad musical. Asistí a la Escuela de Tiempo Completo N°65 y fui parte de la banda escolar donde me desempeñaba como redoblantista, ahí mismo también fui miembro del coro dirigido por Alejandra Tarigo” agregó. “Mi hermano iba al liceo y descubrió el Rock´n roll, de manera involuntaria y accidental aprendí a escucharlo y a entenderlo; descubro los Beatles, escuchando el disco “Sgt. Pepper” (disco que le

habían prestado a mi hermano). Fue un antes y un después en mi mente de prepúber, abrí un portal musical gigante al punto de que cuando iban algunos de mis compañeros a jugar a casa; yo les hacía escuchar el “Sgt. Pepper / versión reprise / track 12” e insistía en utilizar el riff de la batería de Ringo Starr en el repertorio de la banda escolar, ahora que pienso, era un demente; obviamente mis amigos no entendían un carajo de que les hablaba y me miraban como si estuviera poseído por algún ser maligno, entiendo porque siempre tuve pocos amigos en mi infancia, en fin, cuestión que también en la escuela un compañero me enseña a tocar candombe, su métrica y ritmo, paralelamente y por intermedio de mi hermano y su amigo Martin Rodríguez doy de lleno con la murga, otra fuente rica en ritmos; podría decir que fuí la esponja más absorbente del mercado y coincidí en un montón de cosas con Christian” dijo. “Ya en el liceo me despierto todas las mañanas escuchándolo practicar en su guitarra criolla porque que iba a clases con una tal “Doña Tita”, una crá. ¿Qué idea se me ocurrió? Agarrarle la guitarra y empezar a practicar solo, pero con las cuerdas invertidas porque mi hermano es zurdo, así que aprendí a tocar al revés, le pedí que me enseñara las notas básicas. En bachillerato conozco a más gente que quiere hacer música y es ahí que salen los primeros intentos de banda, diría, la precuela de La Guevara” contó.

Su primer toque como músico fue en el rancho de Gustavo “allí toqué 2 ó 3 temas. Siempre amé la percusión, pero la vida me enseñó que tenía que aprender otras cosas así que por descarte tomé el bajo, el que aprendí a quererlo y respetarlo y luego ahondar más en la guitarra. A veces practico con el piano, pero me falta mucha pista ahí. Ese fue el puntapié de toda esta historia que desemboca en un mini disco grabado en el cuarto de mi casa. Años de ensayo y error, años aprendiendo, años conociendo gente espectacular y la vida que nuevamente me regala la chance de ser miembro de Pequeño Teatro de Durazno donde me desempeño a veces como actor, como iluminador, como sonidista y también como fotógrafo; fue otro momento bisagra para mí; a esa institución le debo mucho de lo que soy hoy como artista y como persona” dijo. “He tenido además la oportunidad de compartir escenario con músicos reconocidos y artistas locales de gran valor, que me han enseñado un sinfín de cosas y la cara más linda de esto: su humanidad. Reconozco que me falta muchísimo por aprender, pero estoy orgulloso de mi labor, de dar el primer gran paso como artista independiente. ¿Cuál es la moraleja de todo esto? Que la Familia significa todo para una persona” finalizó diciendo.

 

REDES: *Instagram: léa_changaché *Facebook: Leandro Parapatin