El pasado 12 del presente mes se conmemoró el “Día Internacional de la Enfermería “en reconocimiento a la fecha del nacimiento de quien se considera la Madre de la Enfermería Moderna.
Por Saúl Moisés Piña
Es oportuno valorar esta mujer, que desempeñó un papel decisivo en modificar los sistemas de salud.
Enfermeras, enfermeros como nurses son profesiones que exige vocación de servicio y gran responsabilidad, siendo integrantes fundamentales del equipo de salud, ya sea en el cuidado de los pacientes como en la coordinación y organización de todo el protocolo sanitario de todo país, por lo que son merecedores de nuestro reconocimiento por su trabajo que tiene visos de apostolado.
El 12 de mayo de 1820 nacía Florence Nightingale en la ciudad de Florencia (Italia), quien fue una mujer excepcional, que logró mejorar los resultados y disminuir la mortalidad en los hospitales de la armada británica y luego de los civiles, en una época en la cual las mujeres estaban relegadas a vivir solo la vida familiar y no se les permitía desempeñar papeles importantes en la sociedad.
Sus padres británicos una pareja muy adinerada se opusieron cuando Florence se interesó en la enfermería. De todos modos cuando cumplió 31 años desafiando todos los escollos, tomó un curso en Alemania, lo que le permitió ingresar en un hospital de este país.
En ocasión de la invasión de Turquía por Rusia y Gran Bretaña, en el año 1854, los soldados británicos enfermaban de cólera y tifoidea, por lo que el gobierno dispuso enviar un grupo sanitario para atender a los efectivos, integrando Florence este equipo. A su llegada comprobó las pésimas condiciones sanitarias del hospital Inglés, donde faltaba todo y los fallecimientos eran numerosos. Nightingale propuso una serie de reformas en las instalaciones, lo que fue cuestionado por los médicos celosos, que consideraban que se trataba de un ataque a su profesionalismo.
Debido a que el prestigioso diario “The Times “, hizo conocer las pésimas condiciones que la Armada daba a sus soldados heridos ,
determinó se realizara lo que recomendaba Florence, procediéndose al reacondicionamiento de los albergues de los heridos y mejorando los servicios, logrando reducir dramáticamente el número de muertos. Florence realizó un control muy original sobre infecciones, siendo innovadora en la recolección, tabulación e interpretación de los datos estadísticos, datos que sirvieron para el mejoramiento en hospitales civiles y militares de la época.
En 1858 fue la primera mujer miembro de la Sociedad Real de Estadística y en 1860 fundó una escuela para nurses, potenciando la nurse como profesional calificada. Autora de más de 200 libros referidos a su profesión y en 1907 el Rey Eduardo VII, le otorgó la Orden al Mérito, siendo la primer vez que una mujer recibía este calificado honor. En el año 1873 Florence le daba estos consejos a los estudiantes de enfermería: “El honor no yace en ponerse las enfermería como un uniforme. El honor yace en amar la perfección, la consistencia y en trabajar duro por ella, es estar preparada para trabajar pacientemente “
Nuestro sincero reconocimiento a todo el personal de la salud que hoy viene trabajando con dedicación y profesionalidad, con la seguridad de que realizan su delicada y responsable tarea con la filosofía de Florence Nightingale; de humanismo, entrega y compromiso. Se trata de una lucha que necesariamente exige la responsabilidad de todos los ciudadanos, respetando las normas vigentes en materia de la protección de la salud ,teniendo en consideración aquello que decía Melandro: Salud e inteligencia son las dos bendiciones de esta vida”.