“El yoga es como un árbol frondoso, con muchas ramas para explorar”

Estuvimos charlando con la Directora de la Academia de Yoga de Durazno que hoy tiene su sede en Sarandí del Yí y que busca expandirse a otros espacios del departamento con su formación integral sobre esta disciplina.

“Soy Alexandra Martínez, soy profesora maestra de Yoga, formo parte de lo que es la Academia de Yoga de Durazno y también llevo la dirección de la Asociación Uruguaya de Yoga sede Durazno que me fue entregada hace muy poquitito. Lo que nosotros brindamos dentro de lo que es la Academia de Yoga de Durazno que funciona aquí en la ciudad de Sarandí del Yí en el departamento de Durazno son por un lado clases prácticas de yoga los días miércoles y viernes a todo público desde las 19:15 hasta las 20:30 y los jueves de 17:30 a 18:30 clases de yoga prenatal o clases de yoga para embarazadas” contó.

“La Academia de Yoga de Durazno surge dado que cuando uno ingresa a lo que es en el estudio el conocimiento de los distintos grados que hay en yoga, uno empieza como practicante, como cualquier persona y ahí va tomando las ganas de poder seguir profundizando acerca de dónde salen las técnicas que conforman el yoga, los métodos y allá por el 2020 comencé a tomar clases de formación de yoga en la localidad de Durazno, viajaba los sábados, son 6 meses de formación. Estos seis meses son el inicio para que uno empiece a tomar contacto con las técnicas que forman parte del yoga, lo que es el gran aprendizaje y conocimiento que hay en yoga, es como el primer escaloncito después uno va entrando a profundizar en los diferentes grados y con el tiempo va adquiriendo la experiencia y va tomando los conocimientos. No es que en 6 meses te dan todo lo que yoga, porque el yoga es muy amplio en realidad” agregó.

Alexandra comenzó su camino de formación en el yoga, que aún sigue transitando.

“Entonces allá por el 2020 comienzo a estudiar en Durazno con dos profesoras que viajaban desde San José hasta allí, comienzo a dar clases prácticas de forma gratuita y abierta en la localidad de Sarandí del Yí, es como que uno cuando empieza a estudiar quiere saber más, quiero profundizar y hoy en día por ejemplo estoy cursando otros grados y gran Master de Yoga también lo hice en gran Máster de yoga integral, he tenido especializaciones en lo que es pranayama, respiración, he tomado otras formaciones como son capacitaciones o certificaciones en yoga dance, el mundo del yoga es amplísimo” dijo.

“En el primer grado de instructora ahí nace este como como resultado de lo que es la evaluación en sí y ahí nace lo que es la página, nace comenzar a dar clases prácticas en el living de mi casa, comienza a expandirse la cuestión hasta que dentro de lo que es mi localidad tengo practicantes que continúan yendo y también estoy dando curso de formación en conjunto con mis maestros, que son referentes dentro de lo que es la Escuela Internacional de Yoga, la Federación Internacional de Yoga,no estoy sola dentro de lo que es la conformación de las redes de yoga” contó.

La Academia de yoga llega a instaurarse como un punto de referencia y dicta sus clases desde el 2020 en Durazno.

“Surge por ahí la Academia de Yoga que continúa con sus clases prácticas desde el 2020 hasta la actualidad, en la época de pandemia por ejemplo me tuve que adaptar a lo que fue la tecnología y brindar clases prácticas online y me fui un poquito más lejos y tenía alumnos de Montevideo, de Durazno, de varios lados. Desde este año, en enero comencé con lo que son los cursos de formación que habilita a la persona a evaluarse, calificarse y obtener el grado, su certificación y diploma,avalado por la Asociación Nacional de Yoga, tengo una alumna actualmente, la idea es poder expandirnos a más y hacia Durazno y otras localidades del entorno” dijo.

“En Durazno no tenemos aún una sede física, es un poco complicado el tema de los tiempos, yo cumplo un horario en trabajo formal de lunes a viernes y no tengo suficiente tiempo en la semana para trasladarme a Durazno y dar clases prácticas. He estado averiguando en la parte de Desarrollo de la Intendencia para solicitar un salón y estamos en esos trámites, para comenzar dar las clases allí, se está viendo la posibilidad de dar clases prácticas, talleres y formaciones los días sábados pero aún sin confirmar” agregó.

El yoga llega a Alexandra a través de sus dolencias físicas, que pudo superar gracias a la práctica constante.

“Básicamente yo ingresé al mundo del yoga a través de las sugerencia de mi fisioterapeuta ya que tengo determinadas cuestiones a nivel de columna vertebral que me limitan. Nací con un bloque congénito de vértebras cervicales donde me falta el disquito intervertebral lo que me coarta la movilidad como cualquier otra persona, además de casi una hernia discal en la zona lumbar baja que me estaba complicando muchísimo para poder movilizarme y poder sentarme, poder pararme, poder caminar con normalidad y sin dolor. Estuve en tratamiento de fisioterapia hasta que un día en mi fisioterapeuta me recomendó una persona de Sarandí del Yí la que con su paciencia me dio sus clases, me fue asistiendo, me fue ayudando y fue ahí que empecé por el 2012 con lo que son las clases prácticas y se me despertaron las ganas de saber más sobre eso, de donde venían las posturas, quería saber todo” agregó.

“Con el tiempo comencé a averiguar en varios lugares, nada me convencía, porque hay escuelas que se dedican solo a un estilo o método y desconocen que el yoga es un árbol gigantesco de muchas ramas y muchos caminos en los cuales uno comienza a tomar una formación y se va abriendo hacia otros lados, hacia un yoga más terapéutico, más dinámico, hay muchísimas ramas para poder aprender y brindar lo que son las clases. Hasta que encontré en el 2020 a estas dos profesoras, maestras de yoga,que pertenecían a la Escuela Internacional de Yoga y a través de ellas conocí a mis maestros y me quedé en la escuela por ser un lugar donde son parte de todas las tradiciones, todos los métodos, nos los brindan, en la Escuela se ven todas las técnicas, no pertenecemos a una sola tradición, se estudian todos los campos del Yoga, eso lleva a profundizar en un conocimiento que puede tardar 12 años de estudio, que se llama la enseñanza por un método especial, una persona no se forma totalmente en seis meses, sino que le lleva 12 años conocer todos los métodos, estilos, modalidades, que te hacen conocer al yoga en su totalidad” contó.

“Fui mejorando con el tiempo, me puedo sentar en el suelo, caminar con normalidad, el yoga tiene beneficios no solamente en la parte física sino en la parte espiritual referido al espíritu, las emociones que nos albergan. El yoga tiene un trabajo sobre esos tres campos o áreas del ser humano, mediante asanas podemos desbloquear la energía que está estancada en algún músculo o en alguna zona de nuestro cuerpo, donde esa energía no está circulando de la mejor manera y comienzan a haber desbalances energéticos, o también corazas musculares donde a través del movimiento o la quietud, depende la postura, la persona comienza a desbloquear esa energía y esa parte de su cuerpo” agregó.

La docente asegura que esta disciplina tiene un impacto en la integralidad del ser humano.

“El Yoga tiene un impacto en todo el ser humano, como ser humano físico, como ser conformado por emociones y su mente, ya que se dan distintos tipos de métodos para trabajar. Hay una creencia popular que para hacer yoga es necesario flexible, esto no es así, si fuera así una persona que tuviera una discapacidad en sus piernas no podría hacer yoga, pero sin embargo puede hacerlo. Yoga no es solamente una focalización en una parte del cuerpo sino en el todo. A través del movimiento de todas las partes del cuerpo se puede hacer un trabajo sobre todas las áreas del cuerpo humano, a través de la cara se desbloquea la energía mental, por ejemplo cuando una persona está con el cejo fruncido vemos que tiene un bloqueo emocional, hay un montón de posturas de caras con lo cual la persona comienza a realizar esos gestos rompiendo la estructura emocional que le cambia el estado a la persona, de eso se trata del Yoga, a través de gestos, posturas, cantar un mantra, realizar un mandala, una secuencia de posturas con música, existen diferentes tipos de métodos para lograr el objetivo” agregó.

“En las clases que brindamos un día se va a encontrar con una clase con gestos de mano, de cara, movimientos corporales, es muy variado y muy rico el Yoga, hay una reactivación de todo el sistema energético, hay un cambio, quienes toman clase de Yoga salen en su gran mayoría con beneficios de algún tipo, sale mejor, cambiado, de buen ánimo, descansado. Cada vez que viene una persona tengo una pequeña entrevista para ver que problemas tiene la persona en lo estructural, los limitantes, para luego comenzar con las rutinas que se pueden hacer” dijo.

Hoy en Sarandí del Yí, Alexandra busca difundir el yoga y expandirse.

“La Academia de Yoga de Durazno está en Sarandí del Yí, a una cuadra y media de la Escuela 5, calle Francisco Ríos 573 bis, allí tenemos nuestro salón adaptado al trabajo grupal o individual, es un salón adaptado a las medidas y requerimientos necesarios para la práctica. Aparte de ser la directora de la Academia de Yoga Durazno Uruguay e integrante de la Asociación Uruguaya de

Yoga también soy la secretaria de la Alianza Sudamericana de Yoga, su presidente es Facundo Nicolás Leunda, argentino, gran maestro de Yoga y hace tiempo que está en Uruguay tratando de imusa este proyecto que está funcionando desde hace un tiempo en Argentina” contó.

“La Asociación Uruguaya de Yoga fue fundada en 1985, es miembro de la Confederación Uruguaya de Deportes y de la Federación Internacional de Yoga y es continuación de la Comunidad Uruguaya de Yoga fundada en 1934, venimos de esa rama, aunque la Escuela Internacional no nació aquí en Sudamérica, sino que proviene de Suiza donde se dio el movimiento por parte de gente que estaba en ese lugar y se fueron fundando las corrientes de Yoga” finalizó.