El sabor del café

Llega el tiempo en que nos gusta disfrutar de un café. Una mujer alemana es la responsable del excelente sabor que podemos tener a nuestro alcance, luego de inventar el filtro de papel que, además, la convirtió en una empresaria exitosa.

A principios del siglo XX, una ama de casa alemana, harta de beber café amargo y lleno de grumos, decidió que podía mejorar el proceso de filtrado y hacer de esta bebida un auténtico placer. Cien años después, la compañía de los sucesores de Melitta Bentz, que así se llamaba la joven emprendedora, sigue liderando la producción de filtros para el café. Amalie Auguste Melitta Liebscher nació el 31 de enero de 1873 en Dresde. Hija de un editor, Melitta se casó con Johannes Emil Hugo Bentz, con quien tuvo dos hijos y una hija y una vida de felicidad familiar. Convertida en ama de casa, un día se cansó de tener que beber café con grumos y tener que lavar las bolsitas que hacían las veces de filtros. Y desde su cocina en Dresde, su ciudad natal, comenzó a hacer experimentos para que la bebida que se hacía cada vez más popular en Europa fuera más placentera de tomar. Después de probar con distintos materiales, optó por usar papel secante que sus hijos utilizaban en sus estudios y un bote de latón. Con esos utensilios caseros, consiguió hacer un café libre de grumos y con un gusto mucho más bueno.

Convencida de que su producto era único, la mujer se paseó por todas las tiendas, almacenes y ferias comerciales para presentar su descubrimiento.

Paralelamente, convirtió su casa en un verdadero taller de producción, utilizando las 5 habitaciones en ello. Y eran sus propios hijos -llamados Willy y Horst- quienes hacían las entregas en carretillas. En 1908 Melitta registró su invento en la oficina de patentes alemana y abrió una pequeña fábrica de filtros con la ayuda de su marido. En 1909, en la feria de Leipzig, logró vender más de mil filtros del café. Los trabajadores llegaron a ser más de 80 y sus instalaciones tuvieron que ser trasladadas a una nave más amplia en la zona de Westfalia.

El conflicto bélico dividió a su familia luego de que su esposo e hijo mayor, Willy, fueran reclutados por el ejército. Con dificultades, logró dirigir sola su empresa, que ahora debía proporcionar los ingresos para toda la familia. Durante la Primera Guerra Mundial, el esposo de Melitta Bentz y su hijo mayor fueron reclutados por el ejército. Pero la disminución en la importación de granos de café y el racionamiento de ciertos productos, como el papel, dificultaron el negocio.

Cuando la producción de filtros se volvió imposible, Melitta Bentz tuvo que diversificar su producción, viéndose obligada a vender cajas de cartón. Tras el fin de la Primera Guerra Mundial, la demanda por filtros volvió a crecer y el negocio continuó expandiéndose.

En esa época, la empresaria decidió imponer una serie de mejoras para sus empleados, incluyendo un bono de Navidad, el aumento de los días de vacaciones y la reducción de la semana laboral a 5 días.

Sin embargo, el proyecto volvería a truncarse unos años después con la Segunda Guerra Mundial.

En 1942, con Adolf Hitler en el poder, se les prohibió continuar con la producción de filtros de café.

El régimen nazi, liderado por Adolf Hitler, prohibió la producción de fitros de café.

El régimen nazi obligó a Melitta Bentz a fabricar artículos bélicos y a entregar suministros militares, pasando a colaborar directamente con Hitler como una planta nacionalsocialista.

Después de la guerra, la empresa contribuyó a un programa social para compensar a las víctimas de los trabajos forzados de los nazis. Bentz recién pudo volver a crear filtros en 1947. En la década de 1930, decidió traspasar la dirección de la fábrica a sus hijos Willy y Horst, aunque no se desvinculó de la empresa. Melitta se preocupó sobre todo de las condiciones laborales de sus trabajadores, asegurándose de que recibían una paga extra en Navidad, reduciendo la jornada laboral a 5 días y dando más días de fiesta. Melitta fundó la “Melitta Aid”, una fundación de ayuda social a sus trabajadores. Tras su muerte en 1950, sus descendientes lideraron la empresa, líder en la fabricación de filtros de café en todo el mundo.En 1959 construyeron una nueva fábrica en la ciudad de Minden que contó

con la máquina de papel más avanzada de Europa. Esta planta continúa operando actualmente.

Con el paso de los años diversificaron el negocio, creando bolsas para aspiradoras y otros electrodomésticos.

Hoy, la empresa, llamada Melitta Group, emplea a más de 5 mil personas en todo el mundo y genera ganancias por encima de los dos mil millones de dólares anuales, según los últimos reportes correspondientes al 2021.