Marina llegó hace algunos años a Durazno acompañada de su familia y con ganas de emprender; para eso eligió la cerveza como tema central, una cerveza artesanal con una marca reconocida llegada desde Tacuarembó: Cabesas.

“Me llamo Marina Nuñez, tengo 44 años y soy docente de física, madre, abuela, oriunda de Tacuarembó y actualmente estamos viviendo todos en Durazno, donde habíamos venido de visita muchas veces” dijo.

“Más allá del emprendimiento, vivir en Durazno nos encanta, conocer gente, atender al público, es algo que tenemos en común en la familia y lo disfrutamos mucho. Llegamos acá con la propuesta de cerveza Cabesas que es un emprendimiento de unos amigos en Tacuarembó, que cumplió 15 años el sábado pasado con una fiesta donde actuó La Vela y actualmente agrandaron la propuesta, actualmente tenemos once variedades de cerveza, pero también se agrega la parte de destilados y maltería, entonces para mantener la calidad de la bebida hay mucho cuidado sobre los materiales con los que se realiza la cerveza” agregó.

“Los productores de la cerveza, quienes desde el principio se pusieron como meta la fabricación de cerveza artesanal, tienen en cuenta esto. Por ejemplo, una de las variedades es de zapallo cabutiá y para eso ellos tienen proveedores que son emprendedores de Tacuarembó, tratan de controlar la materia prima desde el inicio, todo lo que llega allí saben de donde viene y sus características” dijo.

“Atrás de Cabesas están Rodrigo y Guido, a quienes se les ocurrió un día hacer cerveza artesanal, Guido es el maestro cervecero actualmente, también está Cecilia Vitelio, la esposa de Rodrigo que es Ingeniera en alimentos, entonces cada variedad tiene atrás un control de espuma, de densidad, a través de los laboratorios. Esta marca compite con otras en Argentina y Brasil y tienen muchas medallas y premios, siempre con ese control de calidad desde dentro de fábrica. Guido estuvo en Colombia hace poco, como juez en una competencia internacional de cervezas” agregó.

Cabesas también brinda otros servicios, en el local céntrico se puede disfrutar de otras bebidas también realizadas artesanalmente, como el gin-tonic, o gastronomía.

“Además tenemos algunos servicios, como por ejemplo las clásicas botellas de vidrio pasteurizadas que duran dos años, los barriles enchufados y una máquina que los envasa con mucho cuidado para mantener su calidad, sobre todo porque al ser cerveza artesanal no tiene conservantes. También hay canillas y barriles de diez litros que pueden ser llevados para eventos, por medio de un contrato se puede llevar todo el equipo y solo se cobra la cerveza. Si el evento es más grande entonces podemos colocar todo un equipamiento, el cliente puede elegir la cerveza que quiere y lo llevamos allí” contó.

“Tenemos congelados en la tienda de Cabesas, pizza de masa madre, pizza a la piedra, tartas, postres y también tomamos pedidos de postres grandes para las fiestas. La idea es generar los fines de semana algún evento para dar servicio a la gente y ayudar a los músicos que andan en la vuelta, ya hemos tenido algunos toques con DJ en la vereda, por ejemplo y algunos otros grupos” agregó.

“Este viernes tenemos un toque especial, con Leonardo Catiche, Ricardo Lorier, Nando Secreto y Diego Pulpo desde las 20.00 horas, la oportunidad de tener una actividad diferente y disfrutar de buena cerveza y buena música” finalizó diciendo.

La producción de cervezas se hace en ocho variedades: Blonde Ale, Brown Porter, Pilsen Lager, Scottish Ale, Cabutiña (de zapallo), Ipa Atómica (India Pale Ale), Sabotaje (Oatmeal Stout) y Bárbara (blanca de Trigo). Las botellas son originales y tienen etiquetas que diseña un tatuador de Tacuarembó.