Francisca “Pancha” Medina es actriz y directora, oficio que aprendió en la vida y desarrolla como su principal actividad, tendiendo puentes entre la cultura, el arte y la personificación de vidas ajenas.
“Estoy jubilada de docente de teatro, también trabajé como todo el mundo sabe de empleada en una tienda, después entre a Secundaria y a Utu cuando comenzaron los bachilleratos artísticos y la formación que tengo es bachillerato completo, además hice un poco de tiempo la Facultad pero por razones de época y económicas me tuve que volver a Durazno. Ahí fue donde comencé a hacer teatro, si bien había empezado a hacerlo en el Liceo allá por los años 78, 79 como que en el año 80 81 comencé de lleno con el Grupo Teatral Durazno, con Uruguay Marrero y toda su gente” contó.
“Ahí estuve mucho tiempo , en ese elenco durante este tiempofue mi mayor formación, porque venían muchos directores de Montevideo y después en la década de 90 hubo un convenio del Ministerio de Educación y Cultura con egresados de Montevideo y directores teatrales que venían a dirigir al interior y fue lo que considero mi mayor preparación. Entre ellos estaban Estela Castro, Walter Cotelo, después posteriormente no sé qué fue qué pasó, eso ya se cortó, pero fue una oportunidad de estar al lado de esos maestros, fue un lindo aprendizaje” agregó.
“Comencé a trabajar como actriz y después se me ofreció el trabajo de directora, Gonzalo Pérez fue quien me llevó al elenco del Pequeño Teatro de Durazno y fue una responsabilidad muy importante estar en ese rol. Eso me llevó a también estudiar, a tomar algunas clases de dirección, hacer tutorías por medio de directores que venían por medio de ATI, en la Asociación de Teatros del Interior. Esas oportunidades también ayudan a formarte como director” contó.
“El teatro para mí es todo, soy actriz de oficio no de profesión, porque sabemos bien que en el interior no hay escuelas de teatro y lo fui aprendiendo poco a poco, basándome en todas las posibilidades de aprendizaje y experiencias que tuve. Era muy difícil en aquel momento ir a estudiar una carrera de actriz, creo que eso también me llevó a valorar mucho más este oficio, que es una profesión en sí” contó.
“He dedicado mucho tiempo de mi vida al teatro, ha sido un escape, una sanación también en algunos momentos particulares de mi vida y creo que que también ha sido muy lindo porque he estado acompañada por mi familia, siempre he estado acompañada por ellos, mis hijos son artistas también, no de teatro pero sí profesionales en lo que dedicaron a hacer, ya sea en la música o en la danza. Eso me parece que también es importante, siempre digo qie el teatro es mi soy profesión, en lo que hago trabajo de o ahora estoy jubilada de otra actividad, pero mi profesión es la actuación”dijo.
Francisca estuvo representando a Durazno en un coloquio convocado por la Asociación de Teatros del Interior.
“Esta actividad se hizo en Montevideo con otros compañeros, en un coloquio de teatro convocado por la Asociación de Teatros del Interior que llamó a directoras y directores del interior para que expongan en el coloquio sobre el trabajo” contó.
Se trató del XIV Coloquio Internacional de Teatro donde se habló sobre “Hacer/pensar el teatro desde el Sur”. Francisca estuvo en la mesa con la temática “Generando sociedad: visión de la creación desde la dirección teatral en relación con el público en territorio”.
Pensar el “teatro como sociedad” implica considerar las dinámicas que configuran la actividad teatral y que permiten analizar sus diferentes dimensiones (creación, mediación, experiencia estética, apropiación, valoración, etc.). Esto implica vincular aquello que tradicionalmente se considera como estético y aquello que es analizado como contextual. En otras palabras, se trata de generar mediaciones conceptuales y abordajes metodológicos integradores de lo que habitualmente se concibe como el análisis de las obras “en sí” y el análisis “externo” del contexto de producción.
Del mismo modo, también “hacer teatro” y “pensar el teatro” se han concebido como actividades diferentes, incluso dicotómicas. La actualidad social y política de los países latinoamericanos impone desafíos ineludibles para el estudio de las escenas teatrales regionales. Por esto, resulta urgente construir una agenda de investigación local que ponga en el centro las interacciones entre acontecimiento y contexto, entre escena y campo, entre estética y política. El XIV Coloquio
Internacional de Teatro de Montevideo se propone contribuir en esta dirección del pensamiento latinoamericano sobre lo teatral y promover una perspectiva situada, interdisciplinar y transnacional. Esto implica generar conceptos y teorías desde el análisis de los fenómenos locales, favorecer la colaboración entre diversas disciplinas académicas y ampliar los marcos geográficos a partir de los que se piensan las teatralidades latinoamericanas.