Yanina Machín es la dueña de La India Cosmética, un emprendimiento que busca empoderar a las personas sobre los beneficios de consumir medicina natural, sin contraindicaciones, elaborada en forma cuidada y respetuosa.

“Soy sicóloga de profesión y hace cinco años comencé a incursionar en el mundo de la medicina natural y la salud herbal, hice formación en la Escuela de Naturopatía del Uruguay, formación en Fitoterapia, talleres y seminarios a cargo de La Botica del Señor, soy terapeuta en Flores de Bach y siempre estoy tratando de formarme de manera online en cada taller, jornada y seminario que se me acerca de alguna manera. También más allá de formarme, di hace poco un taller que se llamaba “Entre yuyos, compartiendo saberes”, animada por la gente que me compra productos y contando sobre propiedades medicinales de las plantas” contó Yanina. “Como hobbie me encanta crear pociones, investigar, entrar en el laboratorio que me armé en mi casa y experimentar con plantas y yuyos. Además me gusta leer, no solo sobre fitomedicina, sino también sobre sicología, lo espiritual, practicar yoga que hace 14 años lo adopté, caminar” agregó.

El origen  La India fue un emprendimiento que surgió de sus experimentos con hierbas naturales, al que fue dándole forma poco a poco hasta llegar a una gran variedad de productos. “Surge hace unos cinco años, cuando comencé a probar y elaborar después de mi formación en cosmética natural el nombre no había surgido, con el correr del tiempo le di vida a La India y surge en honor a nuestros ancestros, que sanaban con yuyos, con plantas, sabían que cosas tomar de la naturaleza, que cosas les hacía bien y cuales no, es una especie de tributo a ellos que tenían una relación con la naturaleza de salud y de respeto mutuo, tomaban lo bueno y lo otro lo dejaban, no arrasaban con la naturaleza solo por el hecho de consumirla. Ese es el espíritu de La India, cada vez que recojo plantas pido permiso a cada una de ellas y tomo solo lo necesario, dejo para otras personas y para que en otras temporadas puedan resurgir” contó.

Sus productos  Yanina tiene en su producción cremas, ungüentos, sahumerios, tinturas madres, con las que ha hecho fórmulas que son exitosas y demandadas por sus clientes. “Elaboro cremas corporales y faciales, a base de aceite de oliva, aceite de coco, cera de abeja y el macerado de la planta medicina. Hago tinturas madre a base a alcohol de cereales que es mucho menos invasivo para el ser humano, son elaboraciones homeopáticas, a través de gotitas que se diluyen en agua para poder tomarlas. Hago ungüentos, tiene una consistencia más aceitoso, tiene otra textura. Estas cremas las hago de marcela que sirve para los radicales libres, antienvejecimiento, es protectora contra los rayos UV” dijo. “Hago crema de caléndula que es una especie de reina porque la compran mucho, es una gran aliada de la piel porque es regenerativa, sirve para la celulitis, para la piel reseca, para la dermatitis del pañal, para los pezones agrietados durante la lactancia. También elaboro crema de alcanfor y menta, en invierno sobre todo, porque es para los estados gripales y prevenir estados respiratorios, descongestiva y se puede usar para las piernas cansadas; crema de cannabis que se usa para los dolores, cefaleas, contracturas, esguinces, torceduras, lo usan mucho los deportistas o gente que trabaja dando masajes; crema de llantén que es para los hongos en las uñas de los pies, antiséptica, regenera la piel cuando hay alguna lastimadura o infección” agregó. “Las tinturas madre las elaboro haciendo fórmulas, una de ellas es Equilibrio que tiene tilo, melisa y mburucuyá que sirve para disminuir la ansiedad, para el insomnio, estados de irritabilidad, es la tintura de la serenidad. Otra tintura es Digestiva, ayuda en las paredes del estómago cuando algo nos cae pesado, pero también sirven para prevenir además de tratamiento. Otra tintura se llama Detox, ayuda a bajar de peso, elimina toxinas y desintoxica. La tintura de kalanchoe ayuda con tratamientos de gente que haya tenido tratamientos de quimioterapia, limpiando los tejidos después de la medicación; algunas veces hago mezclas específicas según lo que me pida la persona que lo va a usar” contó. “También hago sahumerios naturales, conitos y ramilletes, todos en base a materias naturales, aquí incluyo pasta de madera. Todos los materiales trato de que no tengan contaminantes ni agrotóxicos, de que sean lo más naturales posibles. Hago aguas floridas, una especie de elixir que se puede utilizar como perfume, para limpiar las gemas, el ambiente, para limpiar las energías propias, esto en base a una receta ancestral proveniente del pueblo andino” dijo. “Hago lociones para picaduras de insectos que a la vez es repelente, voy sumando productos nuevos aunque no me da el tiempo para todo, y algunas las hago para uso personal”.Como terapeuta, también hace talleres de formación en el uso de sus productos. “En los talleres que voy haciendo, la idea es empoderar a las personas para que se animen a consumir salud de las plantas, con los yuyos y empiecen a dejar las medicaciones alopáticas, que a diferencia de la medicina natural tiene consecuencias en otros órganos, algo que las hierbas no tienen. Somos parte de la naturaleza y tenemos todo ahí para poder sanar, para prevenir determinadas cuestiones y tener una salud adecuada” finalizó diciendo.