NOCHE DE REYES

Fecha mágica que nos convoca todos los años . Noche de Reyes, ¿quién no vivió los nervios y la ansiedad de esa espera? Niños y adultos esperamos todos los años que la magia se haga nuevamente presente.Este cuento de Lilián Alberti es una invitación a revivir nuestras propias experiencia de esta fecha tan especial.

CARLITOS Y LA TORTA DE CHOCOLATE. 

Carlitos está sentado en el piso de la cocina contando sus bolitas. Son muchas. Hoy ha jugado con sus amigos y está contento porque ganó varias veces….. cuarenta y siete, cuarenta y ocho, cuarenta y nueve, cincuenta,…. cincuenta y uno,¡ cincuenta y una bolitas!….¡Qué lindas son!- piensa, mientras mira con orgullo y ojos brillantes las últimas que sumó a su colección. Las desliza entre sus dedos con cuidado, todas son suyas, ¡son su pequeño tesoro!Aparte, bien separados, están el bochón enorme que le ganó a Sergio y la minguita que le regaló la tía Estela. Esas dos no se cambian ni se ponen en juego. Después de examinarlas largamente, las pone una por una en una bolsa de tela roja y con un movimiento rápido tira la cinta corrediza, que tiene en la boca y dejándola perfectamente cerrada, la coloca sobre la mesa.Al final de la tarde, sale de la casa y se va a la vereda, es tiempo de conversar un rato con los amigos, están ocupados en saber más sobre la historia de los Reyes Magos.-Son tres: Melchor, Gaspar y Baltasar- dijo Albertito, el vecino de enfrente.-Fueron a Belén, con regalos para el Niño Jesús- comentó Julito, uno de los primos de Carlitos.-Entonces deben de estar viejitos para subir a los camellos- reflexionó otro.-Las bolsas con los regalos deben de ser enormes- comentó Mario que era el más pequeño.Todos se preguntaban cómo hacían para leer miles y miles de cartas y llevar regalos a todos los niños del planeta, en una sola noche!!! ¿Serán realmente los Reyes Magos quienes nos traen los regalos? ¿Dónde los fabrican?….Después de un rato de conversación, cada uno se fue a su casa, pero Carlitos ya había decidido qué hacer, para conocer la verdad. Así que cuando se sentaron a la mesa para cenar con mucha calma dijo:-Este año,¿ saben lo que voy a pedir a los Reyes Magos?¡ Una torta de chocolate! .-¡Una torta de chocolate!¡Qué linda idea!- dijo la abuela.-¡Es un regalo muy especial!-dijo el abuelo.Los días pasaban, lentos, para los niños que esperaban con ansias, que llegara la tan soñada Noche de Reyes. En la casa, todos cumplían sus tareas con normalidad, no se observaba ningún movimiento extraño. Todos los amigos sabían qué regalo tan original había pedido y estaban tan inquietos como él, porque ellos también habían enviado sus cartas, pero pidiendo juguetes.¡¡¡¡Finalmente es Noche de Reyes!!!!Hace calor, pero todos se van a dormir temprano, después de haber dejado agua y pasto para alimento de los camellos.El silencio envuelve la casa, los niños agudizan los oídos intentando oír algo, pero…..nada…ningún ruido…, el cansancio y el sueño se apodera de todos.Al otro día, de mañana muy temprano, se escuchan risas y pequeños gritos de sorpresa, pero Carlitos duerme. Los otros niños entran en su habitación:-Carlitos, Carlitos, vamos despierta, ¡ven a ver los regalos!Con esfuerzo se sienta en la cama y sale al pasillo, va hasta su zapato. Hay una hermosa pelota, un par de zapatos de fútbol y medias de Peñarol, pero él busca otra cosa, desilusionado mira hacia el otro lado, entonces ve una pequeña mesa con una caja encima .Se acerca… hay una tarjeta que dice “Para Carlitos con cariño. Baltasar”. Las manos le tiemblan, la abre y entonces ¿qué ve?:¡ una gran torta de chocolate!

 

Lilián ALBERTI.