Desde hace más de diez años Johanna está en nuestra ciudad emprendiendo con todas las ganas, de a poco ha crecido hasta convertirse en una empresaria referente que cuenta con un lavadero de autos, de ropa y una empresa de limpieza, en constante crecimiento.
“Mi nombre es Johanna Natalia Ducamp Kremer, soy oriunda de la ciudad de Río Negro, llegué hace 11 o 12 años a Durazno, sin empleo y con un niño de 4 años. Dadas las circunstancias trabajé en Multi Ahorro de cajera medio turno y algo que me dificultaba era que no tenía con quién dejar a mi niño, no tenía mi familia, no tenía nada, acá en Durazno no tengo a nadie cercano para poder dejarlo. Después trabajé en la Pescadería La Nueva repartiendo, también trabajé en La Catalana y se me hacía difícil por tener un hijo chico y dejarlo solo era complicado. Entonces de ahí nació el negocio de lavar autos en la casa donde estaba, empecé lavando autos, invertí obviamente con apoyo que me dieron y puse un negocio de cocheras mensuales y un lavadero de autos” contó.
Asi surgió su empresa, que a lo largo de estos años se ha reconvertido, ha cambiado y crecido en forma constante, con una actitud de trabajo y lucha permanente.
“El primer lavadero estaba en 4 de octubre y Wilson Ferreira donde aún están las cocheras, ese fue mi primer lavadero. Empecé lavando autos sola 12 horas y con mi hijo ahí, porque fue el motivo, lo que me incentivó a salir adelante como madre soltera y además tenía el taller Martínez haciendo cruz, entonces se fue moviendo de una forma rápida, creciendo. En ese momento siempre tomé mujeres, tuve una muchacha tres años ahí conmigo y me surgieron algunos inconvenientes ya que me hicieron denuncias de otros lavaderos, reglamenté enseguida todos los impuestos, el agua comercial y como era una competencia, otros lavadero me tiraron unos darditos que me fortalecieron más todavía” agregó.
“Los siguientes cuatro años estuve ahí, luego tengo una separación con la pareja que tenía y pierdo el negocio entero, me voy a unos apartamentos, pero en realidad las vueltas de la vida me ayudan, yo confío mucho en el universo, es algo que yo digo será Dios, el universo, llámalo como quieras pero es lo que siempre me ha dado fuerzas, son como ángeles o no sé, pero es lo que me está siempre abriendo puertas, ayudando y protegiéndome. A los 6 meses a los 6 meses de haber perdido todo me llama Noceli, el chapista y me dice que tiene un lavadero enfrente y necesita alguien que se lo levante, que escuchó mi historia y me dice que quiere hacer una sociedad pero que esté a nombre mío ya que él tenía su su negocio. Cuando él se va de la ciudad, a los seis meses, me quedo sola con el lavadero que estaba en Gallinal y Eusebio Piriz” contó.
De a poco siguen surgiendo las oportunidades, que Johanna capitaliza y convierte en su fortaleza.
“Por ese entonces ya tenía también el lavadero en Petrona Tuboras, era mucho trabajo y como se dice “quien mucho abarca poco aprieta” por lo tanto me quedé con este último, en el que estoy actualmente. En ese entonces siempre estaba mirando un local que estaba a la venta o alquiler, un día hablo con la dueña, me gustaba porque tenía la opción de tener la casa y el negocio en el mismo lugar, algo que finalmente pude hacer. Hice las inversiones necesarias, puse el baño, el agua, la luz, invertí en el estacionamiento y tenía un galponcito en el fondo que convertí en monoambiente, la verdad que hoy por hoy es un orgullo para mí” dijo.
“En ese momento solo tenía el lavadero de autos, había hecho mi apartamento atrás y tenía un localcito que estaba cerrado ahí en el mismo lugar, que siempre tuve la idea de poner un lavado de ropa. Esa iniciativa la comencé con una lavadora y una secadora nada más y pongo el lavadero de ropa por si funcionaba, como un anexo nada más, lo cierto es que se empieza a mover de a poquto y hoy, hace tres años que tengo esta propuesta, no es el fuerte de mi empresa pero es un nuevo desafío. Todo ese tiempo fue evolucionando con muchos altibajos, también muchos obstáculos, muchos desafíos, tanto económico como en sueldos, tanto que también tuve que legalizar la empresa a otro impuesto más grande, fueron muchos desafíos que enfrenté sola” dijo.
“Después surge otra empresa, paralela también, porque una señora siempre me estaba pidiendo trabajo y de ahí surgió la idea de poner un servicio de limpieza. Actualmente tengo tres mujeres trabajando en limpiezas de casas, oficinas, que de a poco va creciendo y dando sus frutos. Hoy por hoy te puedo decir que la verdad estoy orgullosa, a pesar de lucharla sola, ahora actualmente estoy casada, pero las luchas siempre fueron casi solas, el motor siempre fue mi hijo” agregó.
La empresaria hoy se siente orgullosa, feliz y agradecida a la gente de Durazno.
“También algo que me ayudó mucho fue la gente de Durazno, muchos critican a los duraznenses, yo estoy agradecida con Durazno, con la gente. Ccomo mujer me siento orgullosa, como mujer y como madre, actualmente los trabajos los he delegado mucho, estoy más tranquila y entiendo que no soy la única en esta situación, que somos montón de mujeres que salimos adelante para superarnos, son pruebas y también siempre estaba acompañada de Dios, del universo, de todo. Obrar bien y actuar bien, hacer las cosas bien y por lo derecho te abre muchas puertas. Hoy me siento totalmente realizada, siempre estuve trabajando, no tuve estudios pero sí tuve actitud” finalizó.