Andrea Ferreyra Rocío es una referente en la comunicación, desde hace 22 años está a cargo de un programa en Radio City y además, entre otras actividades, ha sido conductora del Festival de Folklore.
Desde el inicio de su carrera como locutora, ha seguido creciendo y fortaleciendo su trabajo.
“Estoy en la comunicación radial hace 22 años, en la radio en radio City de manera ininterrumpida, soy Técnica en Comunicación Social desde el año 2000 que fue cuando terminé la tecnicatura en Montevideo, en la UTU de Comunicación Social y después hice algunos algunos cursos y talleres posteriores, de formación en recursos humanos. También trabajo desde hace algunos años como locutora independiente para algunas radios como por ejemplo La Ley en la cual hace bastante ya que les grabo, también grabo para Paysandú, para Flores, Florida, Bella Unión” contó Andrea sobre su trabajo en la comunicación.
“Me gusta mirar series en Netflix, me gusta cuando tengo tiempo libre de los chiquilines principalmente siempre bisco series para ver sobre todo comedias, trato de que sea por ese lado. Me gusta salir a caminar también, no tengo la misma energía que antes y espero poder volver a tener la energía que tenía, porque antes habitualmente iba al gimnasios y tenía como una rutina, ahora no es tanto, pero sí trato de siempre que puedo me hago una caminata. Está muy bueno el contacto con la naturaleza, es mágico y te enseña, la naturaleza te habla por sí misma, eso aprendí también con el paso de los años y principalmente con esta experiencia mía de vida” contó.
“Hace cuatro años aproximadamente soy lectora de Registros Akáshicos, una experiencia que muchas veces no difundo pero que ha sido y sigue siendo muy buena” agregó.
La aparición de su vocación por la comunicación surge cuando estaba estudiando en Montevideo, al tratar de definir su camino.
“En realidad no estaba segura en un principio sí era lo que lo que a mí me interesaba hacer, porque de hecho cuando me fui a estudiar a Montevideo me fui a estudiar otra cosa, el profesorado de historia y después decidí que iba a ir por el lado de la comunicación. Cuando terminé y volví a Durazno entré a trabajar en la radio enseguida, aunque también tuve una experiencia en prensa escrita en diario El acontecer pero pero no fue mucho, fue bastante breve ese pasaje y esa experiencia que también estuvo buena también. Tuve alguna experiencia en televisión en un programa que se llamaba Punto Penal en Cablevision donde Enresto “Tota” Lobelcho me dio la posibilidad de estar. Estuvo buena también y también este obviamente que la radio es lo que me ha dado más experiencia, trabajar en la en la FM es lo que me ha ayudado muchísimo a evolucionar en mi profesión, el aprendizaje de que te brinda este contacto permanente con la gente y los medios es algo que te ayuda mucho” agregó.
A lo largo de su carrera ha tenido muchas propuestas de trabajo que le han llevado a ser lo que hoy día nos trasmite a través de la radio.
“A lo largo del tiempo se tiene una metamorfosis, también dentro del área de la comunicación. Estoy siempre súper agradecida a la dirección de la radio porque confiaron en mí, Héctor Rielli y Analía Martínez confiaron en mí cuando yo en realidad era como este un pollito, que recién empezaba a andar. También está bueno destacarlo el pasaje por la conducción del Festival de Folklore, me marcó bastante y ha sido como me parece un mojón bastante interesante en esta carrera mía que tiene que ver con la comunicación, en general cada experiencia me ha moldeado y me ha dado herramientas, me ha ayudado. Así que estar en la conducción del Festival de Folklore para mí también ha sido sumamente de peso, de importancia y de aprendizaje” dijo.
Su vida se reparte entre el trabajo, la maternidad, el deporte.
“Soy mamá de Lautaro y de Sofía, Lautaro tiene casi 11 y Sofi que tiene casi siete. Soy mamá que convive con sus hijos, somos los tres quienes estamos en el día a día porque soy madre separada, divorciada desde hace ya un buen tiempo y obviamente mi familia de origen, que está conformada por mis dos hermanos, Camila y Gonzalo y mis papás” contó “mis viejos que también son mi pilar de ejemplo de vida pero también de apoyo en estos últimos tiempos, mi familia ha sido fundamental
estos últimos dos años y poco, que tienen que ver con la batalla mía contra el cáncer<”.
La enfermedad llegó hace dos años y medio y Andrea le ha dado una dura batalla.
“El cáncer es una enfermedad que llega sin avisar y que se instala, cambia la vida no solamente de uno, del que padece la enfermedad, sino también de mis amistades, también mis amigos, mis amigas que han estado súper firmes ahí al lado acompañando y apuntalando. Ese entorno más cercano es el que también se va transformando con uno, con todo este proceso, porque es un proceso que no es corto, uno quisiera que fuera más corto, cuando llega el cáncer uno quiere curarse ya, pero en realidad esta enfermedad te enseña a que hay que tener mucha paciencia y confiar mucho también, te enseña eso a confiar en la ciencia, confiar en la medicina, confiar en los profesionales que están ahí” contó.
“Para sobrellevar un tratamiento hay que confiar, porque uno se tiene que poner en manos de esas personas, es fundamental en la vida de uno porque empieza una etapa, después del cáncer empieza una etapa de tratamiento. Lamentablemente tuve la experiencia de tener cáncer en una mama y luego de recuperarme me diagnosticaron en la otra mama, así que desde hace 2 años y poco que estoy en ese todo en ese proceso, libre ahora de lo que es el tratamiento más duro y más severo, que son las quimios y las radioterapias, ahora estoy con otro tipo de tratamientos que que conlleva bueno medicación diaria y mensual” agregó.
“Se aprende a convivir con la enfermedad, se aprende a amigarse con la enfermedad, hay que amigarse, al principio uno se pone un poco rebelde y como que con enojo, pero después hay que entender que la enfermedad llegó para algo. Yo lo tomo como una como una experiencia de vida, que no me hubiera gustado tener obviamente, no voy a ser hipócrita, no hubiera querido tener mucha esta experiencia pero igualmente aprendí un montón de cosas. Primero aprendí a cuidarme mucho más, a quererme mucho más, mi cuerpo físicamente, a ser más responsable conmigo misma y a darme cuenta que muchas cosas dependían de mí también, de cómo yo me manejara con el tratamiento, porque lleva mucho de mucha cabeza, es un tratamiento que más allá de que físicamente es duro también mentalmente te exigen que estés claro. En algunos momentos es intenso, uno se siente que cae como en un pozo oscuro o que uno toca fondo como se dice muchas veces pero ahí está el trabajo, por más que toquemos fondo, tratar de impulsarnos y salir a la luz y seguir adelante, porque de eso se trata la vida en realidad, no solamente en mi caso porque tuve cáncer. Es un mensaje que me parece que es interesante, tocamos fondo sí pero hay que impulsarse y tratar de ver la luz enseguida o lo más rápido que se pueda para seguir adelante” dijo.
Andrea también es lectora de registros akáshicos, una disciplina que maneja desde hace cuatro años.
“Los registros akáshicos hace cuatro años que los hago, y de hecho me ha ayudado muchísimo a mí para todo este trance de del cáncer ya que tiene que ver con una técnica de sanación desde el alma de la persona que accede a una sesión de registros. Trabajar desde esa zona que tenemos, que tiene que ver justamente con la información que surge en el alma de cada de cada uno de nosotros y principalmente esta información que llega en una sesión de registros. Allí llega información de seres que están en otros planos que se pueden convocar seres específicos con los que quieras conectar en el momento o no Simplemente a veces se conecta con seres este espiritualmente que están bueno en otro plano, que no están en este, pero que a través de ellos llega información y yo lo que hago simplemente es recibir esa información y se la transmito a la persona en una sesión” agrego.
“La sesión de registros akáshicos se basa en ese espacio que la persona genera para poder conectar con otros planos y recibir información para el bien de uno mismo y poder entender cosas, poder aclarar otras y poder armar como algún rompecabezas que a veces no se puede armar tan fácilmente. Easa información es específica para cada uno, o sea yo recibo información que seguramente no entiendo a veces, son mensajes que se le traslada a la persona que está en sesión pero en realidad la información es para la persona y es la que la va a entender realmente. Los registros son una terapia que ayuda a la persona que llega a estar más tranquilo, a meditar porque la meditación también está dentro de la sesión, la meditación se hace dentro de la sesión de registros akáshicos y la persona también este tiene ese espacio como para tranquilizar un poco la mente, relajarse y entender” finalizó.
