Sebastian Barcelo es psicólogo egresado de la Universidad de la República con un posgrado en Gestalt, especializado en niños y adolescentes.
Trabaja desde el año 2006 como psicólogo en Primaria, en UTU y en su propio consultorio. Con él hablamos sobre el suicidio en niños y adolescentes, una temática a la que hay que afrontar desde diferentes lugares y en la cual la información juega un papel fundamental.
“En cuanto a las causas del suicidio de niños y adolescentes, es un fenómeno sumamente complejo, multicausal, en los estudios que se hicieron en el año 2020 se encontró que el suicidio era la primer causa de muerte entre los gurises de 15 y 24 años, sin embargo también se da de un incremento altísimo en la franja sobre todo de hombres mayores de 40 años, entonces es difícil centrarlo en una franja etarea, está claro que influye mucho el tema de la desesperanza por ejemplo, personas que han perdido la esperanza en el futuro y esto puede ser debido como a muchos factores, factores económicos, pérdidas laborales, influye mucho el tema de las parejas, de las personas que se divorcian, de aquellas que por alguna razón están pasando por noviazgos o por relaciones tóxicas vinculares. También influye que es un fenómeno tan complejo porque no hay tampoco una relación directa entre una de las causales y el suicidio, porque por ejemplo Uruguay no se puede considerar de los países más pobres de Sudamérica, sin embargo es de los que tienen las tasas más altas de suicidio. Por lo tanto no se puede explicar desde un solo lugar, hay algunas investigaciones y estudios que le buscan hasta algún origen que tenga que ver con no con la historia del Uruguay, con los inmigrantes, de dónde venían y las situaciones que que pasaron para intentar explicar por qué Uruguay tiene cifras tan duras y tan complejas” dijo Sebastian.
“Sí me parece importante hablar dentro de las causas para pensar como las dinámicas en el tema de los factores de riesgo, tener en cuenta los principales factores de riesgo o al menos tener cuidado co las personas que tuvieron intentos previos de suicidio, que haya sufrido diferentes formas de violencia tanto física, emocional, de género, después las enfermedades que pueda tener y que tengan que ver con lo mental como la depresión, esquizofrenia y demás, pero no lo debemos reducir a las enfermedades mentales porque alguien que se puede suicidar y no tener una depresión u otras enfermedades sino por ejemplo atravesar una crisis laboral o una crisis de pareja y no necesariamente tenemos que hablar como de una patología de base para esto. El consumo de sustancias psicoactivas es un factor de riesgo, también tener un fácil acceso a los medios o a los instrumentos para para poder autoliminarse por ejemplo de personas que están mucho en contacto con armas y demás, el estrés permanente a la que se ven expuestos, las diferentes formas de discriminación y acá podemos ver la discriminación por género, racial, en cuanto a la sexualidad también y vemos que las personas trans también son personas que están muy predispuestas a las conductas suicidas” agregó.
Hay factores de protección para evitar o estar atentos ante la posibilidad de un suicidio y en ellas profundiza, dejándonos reflexiones sobre como poder estar alertas a este tema.
“Me parece importante hablar de las cosas que pueden prevenir y que son esto los fsactores protectores, de contar con una red social que te apoye, que te sostenga, adultos referentes en el caso de los adolescentes, la integración a grupos sociales sean deportivos, de recreación y demás, ni que hablar cosas más personales como una imagen positiva de sí mismo, aceptarse tal cual es uno mismo y aceptar a la familia, percibir que puedo contar con un amigo, con apoyos de otros, lograr buenas habilidades para transitar los conflictos, la posibilidad de buscar ayuda, saber como identificar las emociones que tengo, lo que me pasa y pedir ayuda con eso se logran buenas habilidades” dijo.
Desde hace 12 años existe en nuestro país un protocolo de acción para la atención a las personas que tuvieron intentos suicidas y a sus familias, sin embargo Sebastian afirma que la verdadera protección para estas situaciones proviene del primer nivel de asistencia: la prevención.
“Si bien a nivel del sistema de salud desde el 2011 hay un protocolo para la atención tanto a las personas que tuvieron intentos y a las familias, está claro que no alcanza, hay un número telefónico 0800 0767 *0767 que atiende muchísimas llamadas las 24 horas del día, pero da la sensación que
que hay que poner énfasis no solo en el nivel de la atención de salud que tiene que ver con la atención allá cuando atención cuando se sabe la sintomatología y es como muy claro de alguien que va a hacer un suicidio. La bibliografía más moderna coincide en que hay que trabajar en el primer nivel de salud, es decir trabajar en los centros educativos, en los centros deportivos, poner en palabras este tema. Hace unos años atrás se planteaba que si uno hablaba sobre el suicidio había como una especie de contagio o de predisposición para que algunas personas lo vayan a hacer, entonces era un tema oculto, secreto, que no se hablaba y habían familias que pasaban por una situación y esto quedaba cerrado en la interna familiar; ahora todo apunta que hay que hablar, hay que visibilizarlo” dijo.
En los centros educativos el tema se trabaja de diferentes formas, una de ellas tiene que ver con tarjetas sobre mitos relacionados al suicidio generando disparadores que tienen que ver con cómo detectar a las personas que se están sintiendo mal, poner el foco la empatía que deben tener las personas para entenderlos, ponerse en el lugar del otro.
“Trabajar otros temas como son el bullying, el ciberacoso, trabajar con los docentes mucho también para hacerle un lugar a las voces que están como más silenciadas, que si un estudiante es callado o vemos que puede estar angustiado, es objeto de maltratos o demás, hay que deteners. hablar con él e intervenir” dijo.
“Acá en Durazno existe una Comisión que trabaja el tema del suicidio. Además, tanto en Camedur como salud pública por una ley que rige desde el 2011 tienen la obligación de trabajar con determinados beneficios, digamos desde lo económico, desde la duración de los tratamientos y demás tanto para las personas que intentaron algún suicidio y para los familiares, favoreciendo el acceso a la atención. Pero volvemos a lo mismo, se interviene generalmente sobre el problema, sobre ese nivel de la atención de salud, falta profundizar mucho más en en la visibilidad del primer nivel de atención, hay esfuerzos puntuales en las instituciones educativas, en algún club deportivo, pero no es algo tan masivo como debería ser, porque realmente es un problema muy importante que tenemos como país” agregó.
La gran inquietud es como lograr la prevención, como promover desde cada espacio personal un cambio para que esto no siga sucediendo.
“En primer lugar tiene que ver con con los vínculos, con cómo nos relacionamos unos con otros, estamos en una sociedad donde prima la competencia entre unos y otros, prima mucho lo que tiene que ver con la construcción del ego en cuanto a una superficialidad que tiene que ver incluso hasta con las redes sociales, por lo que muestro hacia afuera, con lo que tengo, con lo que puedo acceder económicamente. Cuanto más tengo, mejor soy y eso lo tengo que mostrar, como de alguna manera tiene que ver con esto de que voy a encontrar la felicidad consumiendo o logrando determinado bien económico y en ese camino de una sociedad enferma lo que va pasando es que nos vamos descuidando de los valores que realmente importan, como tiene que ver con la empatía, con el cuidado con el otro, con la necesidad de compartir tiempos, una sociedad también que está como muy acelerada con tanta vorágine donde las ansiedades son las que priman, el dedicarle tiempo a pasar con los hijos, dedicarle tiempo a la pareja, dedicar tiempo a uno mismo también, si tengo problemas recurrir a profesionales, ir a terapia, vincularme con otras personas que me puedan ayudar, todo ese tipo de cosas son elementos que ayudan, de los problemas se sale con otros, acompañado” dijo.
Uno de los factores de protección es la compañía, la presencia del otro como marco de referencia y ayuda, por lo tanto la soledad es un problema que agrava las condicionantes de una persona y su posibilidad de suicidarse.
“Hay un gran problema que tiene que ver con la soledad y cómo es vivida la soledad en nuestro país, esto no quiere decir que no sea importante los momentos de reflexión, de mirarse a uno mismo, pero cuando la soledad es vivida de un lugar de desapego, donde las familias están muy fragmentadas, donde los sistemas que nos contienen como son los amigos también están en la cuerda floja, ahí habría que trabajar; desde el Estado se puede facilitar o predisponer por ejemplo para las personas de la tercera edad organizaciones como la Uni-3, de Asociaciones de Jubilados, en los clubes deportivos también y ni que hablar con los adolescentes el deporte puede ser también un
arma de doble filo en el sentido que si el deporte promueve la competencia entre unos y otros, si vale ganar a cualquier costo me voy perdiendo de los valores esenciales, de la deportividad, de los valores que tienen que ver con el cooperar unos con otros, con el colaborar, con el ayudar y con el aceptar las derrotas como parte del asunto”.
El suicidio, a pesar de ser una de las principales causas de muerte según las estadísticas, en franjas etáreas determinadas, sigue siendo tabú: revertir esa situación es parte de la solución.
“Sigue siendo un tabú ya que aún siendo un problema y falleciendo tanta gente como fallece decidiendo quitarse la vida, aparecen situaciones que ponen el tema en foco momentáneamente, pero después vuelve como a no hablarse demasiado sobre el tema y nos recuerda que en realidad hay una sociedad que sufre y a las personas presentan los síntomas, entonces tenemos que mirarnos mejor como sociedad, esto no se puede abstraer sencillamente y decir que hay que mejorar la sociedad, todos tenemos que ser protagonistas de esa mejora, construyendo en el vínculo cotidiano, en el vínculo con mi relación de pareja, con mi relación con mis hijos, mi relación con mis compañeros de trabajo, con mi barrio, cómo trato a los vecinos. Ahí es que que se empieza a construir también desde ese lugar este de una sociedad un poco mejor” finalizó.