Beatriz Capotte es una referente ineludible a la hora de hablar de la Asociación Down de Durazno, una líder que lleva adelante una amplia tarea uniendo al grupo bajo un objetivo en común: la inclusión real de las personas con el síndrome.
“Soy mamá de 3 hijas, soy educadora y operadora laboral, mi hobby no es algo definido, me gustan muchas cosas y disfruto de cada momento, reuniones familiares, encuentros con amigos, me fascinan las playas, los lugares abiertos son mis preferidos,vdisfruto mucho de mi jardín, de mis plantas” contó.
Su contacto y relación con la Asociación comenzó antes de su fundación y no cesó con ella, sino que logró afianzar su rol activo en la misma, junto con un equipo de trabajo que hacen fortalecer las funciones en la sociedad.
“Un día Andrea Barcelo escuchó en un programa a unos padres haciendo una convocatoria para conformar una asociación y ya que durante años habíamos intentado juntarnos en ese momento no lo dudamos fuimos a las reuniones para conformar el grupo. Nos reuníamos en diferentes lugares y de a poco se fue regularizando, se hicieron los trámites legales hasta llegar a ese gran día que fue firmar el acta fundacional de la Asociación, un espacio donde podíamos cumplir con nuestros objetivos y nuestros sueños como padres, familiares y allegados a personas con síndrome de Down” agregó.
Su rol en la asociación está bien definido y sigue creciendo con el tiempo “me encargo de coordinar las gestiones legales, las actividades curriculares, las gestiones de eventos y como operadora laboral junto con Andrea nuestra tarea es hacer inclusión y seguimiento, nos hemos formado en ORT para adquirir conocimientos y realizar proyectos departamentales y nacionales, algo que colma nuestras expectativas”.
“Cada día es un hermoso aprendizaje junto a los integrantes de la Asociación, con cada propuesta surgen cosas hermosas, verlos crecer y crecer con ellos es un desafío que a todos los integrantes de la Asociación nos alienta a seguir defendiendo sus derechos. Ha sido un gran cambio a lo largo de estos años, con cada actividad se busca darles herramientas para mejorar su calidad de vida, que su desarrollo sea pleno, apuntando a que logren su autonomía y disfruten de todo los que les gusta por eso es que de lunes a viernes hay variados talleres apoyando todas las áreas” dijo.
Los talleres son muy variados y completan una propuesta de formación y crecimiento para los jóvenes: Sicomotricista, Fonoaudióloga, Habilidades Sociales, Maestra de apoyo, Percusión, Danza, Sicóloga, Computación, Deporte, Zumba,Talleres protegidos, son parte de la propuesta que tienen en la institución.
Durazno fue pionero en lograr conformar un grupo de integración y en la deseada inserción laboral para sus jóvenes.
“Si, Durazno fue un departamento destacado por el trabajo realizado en las inclusiones antes de aprobarse la ley tanto en lo público como en lo privado. Desde la Asociación fuimos parte del apoyo de la ley y ahora fuimos partícipes de la reforma para la jubilación que las personas con Síndrome no habían sido consideradas, ya se aprobó que pueden jubilarse con 45 años y 15 de aportes, algo que sin dudas es importante para ellos y también para las familias” agregó.
El Síndrome de Down no es una enfermedad porque no se contagia y tampoco se puede curar, es una alteración genética que se produce por la presencia de un cromosoma extra, las células del cuerpo humano tienen 46 cromosomas distribuidos en 23 pares, las personas con Síndrome de Down tienen tres cromosomas en el par 21 en lugar de los dos existen habitualmente por ello este síndrome también se conoce como trisomía 21. El efecto que la presencia de esta alteración produce en cada persona es muy variable, muestran algunas características comunes pero cada individuo es singular, con su apariencia, personalidad y habilidades únicas.