Homenaje en el Sitio de Memoria

Se realizó el homenaje a Oscar Fernández Mendieta a 50 años de su fallecimiento en el cuartel Pablo Galarza de Durazno, en el Sitio de Memoria en dicho cuartel, y en el cementerio local.

Oscar fue sometido a tortura por los oficiales Gustavo Aureliano Mieres Ultra, Alberto Ballestrino (h) Valle, Liber Morinelli Hernández y Daniel Blanco Fenocchio, tortura que le provocó la muerte el 24/5/73. Mieres y Ballestrino fueron procesados con prisión por homicidio muy especialmente agravado en agosto de 2021, 48 años después de los hechos. Los otros dos son fallecidos. “Mantener la Memoria es mantenerlo vivo, es hacer que su muerte no haya sido en vano, es también que las nuevas generaciones sepan qué pasa cuando los militares toman el poder, que la democracia no es un juego, que del terrorismo de Estado no se vuelve así nomás, que a 50 años del inicio de la dictadura aún hay uruguayos y uruguayas desaparecidas, y hay violadores, asesinos, torturadores, secuestradores, ladrones, que aún siguen impunes” dijo el dirigente Raúl Licandro durante el homenaje.

Oscar había nacido en Durazno, tenía 26 años, estaba casado y su esposa estaba embarazada. Era trabajador rural y militaba en el Partido Comunista Revolucionario (PCR). La tarde del 24 de mayo de 1973 fue detenido en su domicilio por efectivos del Regimiento de Caballería No. 2, su esposa ve como lo trasladan esposado en la parte de atrás de una camioneta del cuartel. Lo conducen al sótano donde es terriblemente torturado hasta la muerte.

El 10 de agosto de 2021 son procesados con prisión por ese crimen los represores Gustavo Aureliano Mieres y Alberto Ballestrino Valls. Liber Morinelli Hernández y Daniel Blanco Fenocchio, militares también participantes de las torturas acusados en la causa, fallecieron por lo que no pudieron ser procesados. Según documentación del Ministerio de Defensa Nacional, Fernández detenido es llevado al Regimiento de Caballería Nº 2 alrededor de las 18.30 hs del día 24 de mayo de 1973. Inmediatamente después es conducido al subsuelo ubicado cerca del cuerpo de guardia del Regimiento, donde se le realiza el interrogatorio primario.

En esas circunstancias Oscar Fernández intenta ascender por las escaleras para escapar siendo reducido por los efectivos del Regimiento. Ante esta situación el oficial S-2 de la Unidad decide trasladarlo a un subsuelo más grande, donde nuevamente Oscar Fernández intenta liberarse, arrojándose hacia el descanso de una escalera repitiéndose la situación anterior, donde presumiblemente vuelve a tirarse contra el piso. Los militares que participaron de estos hechos declaran que comenzó a manifestar dificultades respiratorias, por lo que intentan ubicar al médico de la Unidad. A las 19.15 horas arriba el Dr. Rossi quien comprueba el deceso de Oscar Fernández Mendieta.

Según autopsia solicitada por la esposa de Fernández Mendieta, prensa de la época y testimonios, se expresa que su cuerpo mostraba múltiples marcas de golpes y evidentes señales de haber sido sometido a tortura. Una multitud acompaño sus restos. Más de 400 personas de Durazno llevando el ataúd a pulso, cubierto por la bandera nacional, expresaron su rabia y su dolor por la injusta muerte de Óscar Fernández. Hombres de todos los sectores políticos, entre ellos el senador Juan Pablo Terra que lo despidió con sentidas palabras: “la sangre de Batalla y de Fernández no quedarán en el olvido, sino que son la semilla de la rebeldía y del sentimiento humano frente a los hechos que tristemente están sucediendo en nuestro país. Batalla y Fernández son mártires de todos los uruguayos honestos que reclaman libertad.

Óscar Fernández era un hombre sencillo de su pueblo, querido y respetado. Un hombre de trabajo, un asalariado agrícola, con un hogar que queda deshecho. Un militante popular, preocupado por los problemas del pueblo, con actividades públicamente conocidas, dedicado a difundir ideas, a organizar a los trabajadores en sindicatos, a defender las libertades.