Por Martín Viana Duraznenses por el mundo

En esta ocasión volvemos al continente oceánico, más precisamente a Nueva Zelanda,
donde encontramos a Valentina Cortazzo, que hace cinco años tomó vuelo y comenzó el
camino de emigrante.

Hoy en día radicada en este país y ya siendo mamá de Amelia Cortazzo, nos cuenta
parte de su experiencia fuera de nuestro departamento.
En el momento que realizamos la entrevista con Valentina, se encontraban de visitas su
padre y hermano que están radicados en Durazno. Gran coincidencia que enriquece la
charla.
¿Cuánto hace que partiste del país, donde estás ubicada actualmente, fuiste directo
al lugar actual o pasaste por otros países?
El 6 de noviembre del año 2019 me tomaba el avión con destino Auckland, Nueva
Zelanda. Vine directo para Nueva Zelanda, Durante estos años me he mudado varías
veces de regiones dentro del país, ahora ya hace más de un año vivo en Winton ubicado
al sur de la isla sur región llamada Southland. También estuve en Australia, pero por
poco tiempo y de vacaciones a ver a una amiga que llegaba de Uruguay.
¿Cómo nace el deseo de emigrar? ¿Este deseo de salir del país, tenía un lugar
específico o la idea era solo salir?
Todo empezó cuando empecé la facultad en el año 2011, recién ahí me enteré de la
existencia de este país cuando nos ponían como ejemplo de sistemas lecheros eficientes
a Nueva Zelanda. Los paisajes que nos mostraban eran impresionantes, ahí ya soñaba
con por lo menos visitar algún día y conocer esa eficiencia de la que nos hablaban. Fui
conociendo uruguayos que vinieron con la famosa Working holiday visa por un año a
trabajar y de vacaciones y ahí fue que con un amigo de la facultad dijimos nos
recibimos y nos vamos para Nueva Zelanda. Y así fue me recibí y tuve la suerte de sacar
la working holiday visa ya que los uruguayos sólo tenemos 200 visas por año y son
muchos más los que aplican para venir, mi amigo no tuvo la suerte, pero por suerte le
está yendo muy bien en Uruguay.
¿Te fuiste sola o con amigos o familiares? ¿Y actualmente con quien vives?
Me vine sola y con un miedo enorme (un momento de mucha risa), más de 13 horas de
vuelo a un país que ni siquiera hablaban español. Por suerte en ese momento estaban
Camila y Nicolás amigos uruguayos y me fueron a buscar y me guiaron las primeras dos
semanas luego se volvían a Uruguay. Actualmente vivo con mi bebé Amelia de 4
meses.
¿Recuerdas como lo tomó tu familia cuando les contaste de la idea de emigrar?
Se lo tomaron bien, estaban preparados ya que desde el año 2011 yo tenía esa idea de
emigrar cuando finalizara mi carrera de veterinaria, siempre tuve su apoyo y hasta ahora
lo tengo. En principio me venía solo un año y hoy ya van casi 4 años, y me siguen
apoyando siempre que yo y ahora mi beba también seamos felices.
¿Cuál es el empleo actual que llevas adelante?
Como mencione anteriormente soy veterinaria. Actualmente trabajo como técnica
veterinaria en una empresa llamada Vetsouth. Para poder revalidar mi título y trabajar

de veterinaria tengo que rendir un examen de inglés y dos exámenes de veterinaria uno
en Nueva Zelanda y otro en Australia, está en mis planes en un futuro. Mientras, estoy
contenta con mi trabajo siempre aprendiendo cosas nuevas y mejorando el idioma
inglés.
¿Cuáles son las tradiciones que más te llaman la atención del lugar adonde vives?
La navidad es diferente a nuestra tradicional cena de 24 esperando las 12 para abrir los
regalitos, acá celebran el 25, en la mañana los niños se levantan a abrir los regalos miran
películas navideñas y luego almuerzo familiar. Entonces por lo general tengo doble
navidad el 24 cena con amigos latinos y el 25 almuerzo con amigos neozelandeses. La
caza y la pesca es otra tradición. La pesca no tanto, pero la caza de ciervos y chanchos
me llamaron mucho la atención cuando recién llegue, también tienen la temporada de
cacería de patos. Esta es una tradición más que nada de la región sur donde estoy ahora.
La hora de la cena al principio también me llamo la atención, a las 6-7 hs. de la tarde ya
están cenando, no es el único país que lo hace, pero yo venía de Uruguay acostumbrada
a cenar a las 10 (jajajaja) acá si vas a salir a un restaurante a las 7 ya estás allí o antes
¿Piensas seguir fuera del país o en algún momento volver?
Me encantaría volver al país en algún momento porque la familia y los amigos se
extrañan muchísimo y ahora con una beba me encantaría que esté cerca de la familia.
Hace poco nos visitó mi padre, su esposa y mi hermano y fue hermoso tener a la familia
cerca después de casi 4 años sin verlos (debido al COVID no había podido ir a Uruguay
y ahora con la bebe me tocó esperar su pasaporte) Ahora nos toca ir a nosotras a
Uruguay en un par de meses a visitar el resto de la familia y amigos.
¿Con que frecuencia te informas de la situación de nuestro país y de qué manera lo
haces?
Hasta hace un tiempo seguía por redes sociales algún medio de comunicación televisivo
pero los he dejado de seguir. Me entero un poco de la situación del país por mi familia,
por mi padre con el que hago videollamadas frecuentemente.
¿Es distinta la vida en familia en el lugar donde te encuentras?
Mi familia en Nueva Zelanda son mis amigos latinos y mi bebe Amelia. Es distinto,
pero tratamos de seguir con nuestras tradiciones, juntarnos a tomar mates, algún fin de
semana para hacer un asado, los cortes de la carne son distintos y las parrillas por lo
general son a gas poco con fuego y brasas como en nuestro Uruguay.
¿Qué mensaje o consejo le darías a algún lector de esta entrevista que está con
ganas de hacer lo mismo que tú?
Mi mensaje es que hay que animarse, hay que arriesgar, jugársela. Es difícil tomar la
decisión y salir de la zona de confort. Dejar todo y tomarme un avión no fue fácil para
mí. Pero no me arrepiento, este viaje me dio mucho, aprendí muchísimo, crecí pero
sobre todo conocí amigos que se vuelven hermanos de todas partes del mundo con
diferentes creencias diferentes culturas que te enseñan tanto, te nutren. Este viaje me dio
libertad y seguridad. Ojalá todos tuvieran la oportunidad de hacerlo, a cualquier parte
del mundo para poder experimentarlo. Esta fue la historia de Valentina, que después de
recibirse de veterinaria, no dudó en armar sus valijas y emprender un futuro fuera de su
ciudad y país natal. Pero no dejando enfriar su corazón, siempre teniendo a la familia
presente. En estos momentos tiene doble desafío. En primer lugar, enfrentar un país
muy distinto al nuestro, con costumbres, idioma y comidas distintos. Y en segundo

lugar criar a su beba de cuatro meses en ese lugar, sabiendo que las condiciones pueden
ser distintas, pero el amor hacia un hijo es universal y en cada rincón del planeta se vive
de la misma manera.
Gracias a Valentina por la disposición y ganas de realizar la entrevista y reiterar a los
lectores que si tienen alguien que quieran que entrevistemos seguimos esperando por
ellos. Comunicarse al 099353797.