Una propuesta sanadora: tai chi y gi kong

Desde hace dos años Alicia de Souza es instructora de Tai Chi y Gi Kong, dos disciplinas terapéuticas que la encontraron en un momento especial y ahora vuelca en la sociedad.

“Soy Alicia de Souza, vivo con mi esposo hace 45 años en Covinuvi, soy madre de tres hijos, Rodrigo, Rafael y María José quienes junto a Carla, Priscila y Alexis me dieron la mayor de las felicidades, Lautaro, Benjamín, Salvador, Sebastián y Catalina. La vida además me ha premiado con ser abuela de corazón por lo que disfruto de Valeltín, Martina, Sol, Maximiliano y Juan” contó Alicia.

“Crecí en una familia de padres laburantes junto a dos hermanos donde se preocuparon siempre que nuestra herencia sería la educación, y que eso nos permitiría disfrutar de un futuro digno. Así que fue como muy asumido finalizar los estudios, primarios, secundarios, sumando herramientas como conocimiento de administración, idiomas, dentro de las posiblidades, que serían después fundamentales para nuestro crecimiento personal” agregó.

“Así que una vez terminado el bachillerato y con una formación en inglés gracias a una beca obtenida por el Instituto Anglo, al no tener posibilidades económicas en ese momento de estudios terciarios, con la formación que tenía hasta el momento, una formación de Profesorado en Literatura, ante un llamado de la Intendencia a concurso, en el año 1979 accedo a un lugar en la misma. El destino me llevó a que dado la formación que tenía y en ese momento encontrándose en la Biblioteca Municipal la bibliotecóloga Marta Nogueira, que fue mi mentora, mi perfil me definió asignada ahí, a la Biblioteca Carlos Scaffo” contó.

Para Alicia, su trabajo fue el descubrimiento de un mundo nuevo que la cautivó.

“Hoy digo que fue lo mejor que me pudo haber sucedido, si bien venía de raíces de haber crecido entre letras y libros, mi padre fue tipógrafo de Erf, tengo un tío librero de la librería El Progreso y dos hermanos mayores que habían incursionado en el área humanística en la universidad. Yo era muy joven y en esos momentos como todo adolescente no sabe mucho hacia donde va a seguir, pero la oportunidad de trabajo se me brindó, ingresé a la Intendencia y comencé a descubrir un mundo maravilloso, de la mano de Marta y de compañeros impresionantes, donde estuve trabajando 35 años, pasando a veces por la Direcciónd Cultura, otras veces como Coordinadora Departamental de Cultura, siempre en esa área, aprendiendo en lo que era todo lo que pertenecía a la gestión cultural” dijo.

“Esa posibilidad de estar ahí me abrió muchas puertas porque a nivel nacional trabajé desde el Ministerio de Educación y Cultura en el órgano coordinador de Bibliotecas Públicas, se hizo un trabajo muy importante, conocí gente muy linda y muy rica en cuanto a todo lo que me enseñó y la confianza que se me brindó desde esas instituciones y desde la Intendencia misma” agregó.

Pioneros

Alicia tuvo dentro de su carrera en la cultura una labor pionera como organizadora de la Feria Internacional del Libro, que por primera vez llegó al interior.

“Como para destacar dentro de mis actividades tengo que, con el apoyo de las autoridades del momento, en el año 2007 fuimos pioneros de la Feria Internacional del Libro en el interior, habiendo realizado esa edición como primera en Durazno y después en años consecutivos, eso me llevó también a que el trabajo realizado desde la Feria y con todo el equipo que teníamos, en la Cámara Uruguaya del Libro se estableció una relación muy linda y un reconocimiento especial porque fue un trabajo titánico esa actividad, fui reconocida y me designaron en el grupo de la Legión del Libro” recordó.

“Ese grupo es un premio donde la Cámara Uruguaya cada año reconoce a personas que realizan trabajos de investigación, promoción y producción, divulgación del libro y la lectura. Reconocieron, entendieron que era la persona que había llevado adelante todo eso y hasta el día de hoy me mantengo en ese grupo donde cada año se entregan a diferentes personas, es un galardón a nivel nacional y se suman todos los años nuevos compañeros, donde se entrega el libro de oro y otros

destaques que tienen que ver con la Cámara del Libro, es algo que voy atesorando porque cuando pasa el tiempo se valora más pertenecer a un grupo que nos une un fin común” dijo.

Seguir estudiando

Por esa época también se le abrieron los caminos para retomar la formación universitaria, siempre en el área de la cultura, donde realizó siempre su actividad.

“Estar también ahí en este mundo me llevó a conocer que había una carrera univesritaria, la Licenciatura en Bibliotecología, a los 40 años tuve la dicha de llegar a poderla cursar, fue en régimen de libre reglamentado, no era fácil, había muchas cosas que combinar pero aunque no obtuve la licenciatura porque no hice la tesis final, cursé los cuatro años y estando en el grupo de Bibliotecólogos del Uruguay, más allá de un título me llevó a que ahí se dio la consolidación de lo que era la experiencia de trabajo con la formación profesional técnica, eso en lo personal fue la frutilla de la torta” dijo.

“La carrera de Bibliotecología se cursa en la Facultad de Información y Comunicacióin, son cuatro años y te abre la cabeza a un mundo increíble que es la bibliotecología. Hice de mi vida en la bilioteca y desde la biblioteca, es un mundo maravilloso, difundiendo siempre nuestros valores locales, los valores culturales, fue donde me tocó estar y siempre que pude difundí lo de Durazno, que tiene mucho y muy bueno en todas las áreas” agregó.

“Obviamente, compartí esta vida con personas maravillosas, de todos lados que facilitaron el camino y que llevo siempre en mi corazón, eso es lo más lindo que uno se guarda. Este trabajo, el estudio, la docencia que también desarrollé en el área de Inglés en el Instituto Rubino y Liceo 2, se iban desarrollando compatbilemente con la misión de ser hija, madre, esposa”.

Decidiendo

De la mano del desarrollo profesional, Alicia tuvo que tomar decisiones a futuro, que no fueron fáciles pero de las que está segura fueron su mejor opción.

“En el año 2013 tuve que tomar una decisión muy importante, una de las más difíciles, porque por razones buroctaticas el crecer laboralmente me llevó a decidir cusndo surgió una oportunidad desde una institución muy querida, el Liceo Rubino. Tuve que renunciar a la Intendencia porque la carga horaria no se pudo ajustar y pasé a fomar parte del staff de la biblioteca del Liceo hoy llamada “Luis Anchieri Pérez”, fue también un escalón muy importante, un eslabón muy importante del que guardo recuerdos muy hermosos” contó.

“Esa formación profesional me permitió ocupar en el liceo la gestión de la querida Sala de Arte “Prof. Arq. Eduardo González Posse” que tuvo su reapertura y se me encomendó la gestión que fue muy disfrutable. El Rubino fue para mí el centro educativo que me dio las primeras armas de la adolescencia, un ámbito hermoso en lo profesional como docente y la continuidad de desarrollar lo cosechado durante tantos años en lo que tiene que ver al fomento de la parte cultural, el apoyo incondicional de compañeros, amigos, todos con intereses comunes en esta área y la familia hicieron posible que pudiera decir con propiedad la frase de Steve Jobs que “la única manera de hacer algo increíble, es amar lo que haces”, si amas lo que haces nunca será un trabajo.

Jubilada

Llegaron los años de la jubilación, pero también de desarrollar nuevas actividades que hoy comparte con los duraznenses, fue así que conoció estas disciplinas terapéuticas que semanalmente brinda en la Plaza de Deportes N° 1.

“Actualmente estoy felizmente jubilada, celebrando la vida, rodeada de mucho amor y brindando mucho amor. Investigo cada día en terapias alternativas que aplico a mi situación personal, me ha hecho crecer mucho y sanar, para obtener una mejor calidad de vida. Continúo leyendo como siempre, me atrapa la lectura, soy amante de los libros pero también desarrollo algo de la tecnología, entiendo que siempre es compatible, me gusta el cine, la televisión, el teatro, ahora que puedo ir más a esas actividades y sino a través de la tecnología” dijo.

“Me encanta el deporte y apoyo mucho a la familia, mi esposo, mis hijos que practican futsal a

través de su equipo Central que reúne a toda la familia, estamos siempre pendientes de ellos. Cuando hay oportunidad de asistir vamos y sino a través de la tele o la radio estamos al tanto disfrutándolo” contó “me gusta pasear, el verano sobre todo, la playa, el sol, el mar, la naturaleza, celebrar la vida por sobre todas las cosas, agradecer siempre y disfrutar en familia con las personas cercanas que realmente uno siente que se brindan en las buenas y en las otras”.

Terapias

“El Gi Kong me descubrió a mi, llegó a mí en un momento bastante complicado, en 2019 por razones de salud ante un diagnóstico de una patología que me impide seguir trabajando, llega la etapa del jubileo. Dada las circunstancias y mi forma de ser al principio fue muy dura la realidad, porque no elegía jubilarme, sino que no había opción. Entonces primero fue aceptarlo y asimilarlo, físicamente no estaba en las condiciones para seguir, en eso fue que entramos en pandemia, nos encontramos como todos cada uno en su casa sin poder realizar demasiadas cosas, un poco aislados de la familia y sin poder realizar esfuerzo físico, pero a la vez necesitando hacerlo, por salud mental, por todo” contó.

“Esa deformación profesional que siempre me llevó a estar buscando información y leer, valiéndome de la tecnología en este caso descubrí que había algo que era el Tai Chi Chuan y Gi Kong, cuando me puse a buscar a través de youtube, conocí a un maestro, el Ing. Luis Alberto Duarte, que subía videos de esta disciplina con fines terapéuticos, ejercicios que muy tímidamente empecé a practicar y vi que me sentía mejor, empecé a tener la rutina de realizarlos, empaticé muchísimo con esa persona que tenía una forma muy especial de trasmitir lo que era esa filosofía de vida, porque en realidad es un estilo de vida” dijo.

“Lo empecé a practicar, me interesó, busqué primero en Uruguay para ver que podía hacer en línea, no había mucho, estaba casi todo cerrado, algunas cosas que habían era muy costosos, se dio increíblemente que este maestro viendo la situación y teniendo solicitudes de muchos lados, el es originario de Guatemala, decidió brindar cursos a distancia. Fue un año prácticamente, vía zoom que nos reuníamos periódicamente, con evaluaciones a travé de prácticas, teóricos, muy rico todo y con esa forma de él de trasmitir y compartir, con gente de todo el mundo. Fue una expeiencia riquísima y esa práctica nos otorgaba la certificación de ser instructores, obviamente que en un principio lo realicé a nivel de mejorar mi calidad de vida, nunca pensando en llegar al momento de lo que estoy haciendo, siendo instructora y brindando todo ese conocimiento, a ayudar y mejorar la calidad de vida de otras personas” contó.

“Mi situación actual se dio debido a que un poco antes de la pandemia había empezado yoga en el agua, en la piscina con el proefsor Fernando Hening, al llegar la pandemia se cortó todo y tuvimos un acercamiento muy lindo, se interesó mucho por mi situación, pensó que podía mejorar mucho mi calidad de vida y cuando subía ejercicios vía internet, le comenté lo que estaba realizando y después con el tiempo, creando un grupo para pacientes con fibromialgia, artrosis y otros problemas, con él y su hijo Matías me abrió la cabeza para hacer una experiencia tipo picnic donde mostré lo que estaba haciendo, les gustó y él me abrió las puertas de Plaza Uno para que si yo tenía ganas de compartir eso lo hiciera y veiamos que sucedía” agregó.

“Así fue que comenzamos hace dos años, convocamos a la gente que estaba yendo a otros grupos de gimnasia con él, se acercó un lindo grupo de personas para realizar ejercicio y conocer de que se trataba esta herramienta terapéutica. Cuando comenzamos en 2022 me plantea retomar como algo más sistemático, cabe aclarar que no lo pensaba hacer desde el momento que fuera algo muy comprometido en el sentido de que a veces mi situación hace que algunos días puedo y otros no, pero se tomó el año, se sumaron personas y pudimos transcurir un año precioso realizando esas actividades” recordó.

“Este año estamos los lunes a la hora 14.00 y sumamos el viernes a la hora 16.00, el grupo que se sumó es increíble, en realidad es una disciplina que hay que estar muy convencido para realizarla, muy conciente, realmente practicarlo pensando de que lo hacés para mejorar y hacerlo con regularidad, sino tampoco tiene mucho sentido” dijo.

“La receptividad ha sido muy buena, comencé con unas 15 personas y actualmente hay 30

involucradas en las clases. Para practicarlo no hay sexo, no hay edad, es exclusivamente terapéutico, es muy bueno sobre todo en estos tiempos donde todos estamos tan acelerados” dijo.

Sobre los proyectos, aún no tiene decidido pero se sigue formando en varias áreas.

“En mi vida voy por el día a día, pero esto me encanta, hice biodecodificación, PNL, biodanza, danza de chakras, tengo mucha formación en estas terapias y me gustaría poder desarrollarlo un poco más. Es parte de mis proyectos a futuro, seguir indagando por ese lado. Sigo apoyando los emprendimientos culturales como Cuenta Cultura, estoy en la directiva de Pequeño Teatro, pero todo sin exigencia, de acuerdo a lo que mi cuerpo me permita y siempre buscando sentirme bien” finalizó diciendo..

Que son estas terapias

El tai chi y el qi gong son ejercicios chinos tradicionales de movimiento.

Se basan en dos ideas, una de ellas la energía, llamada qi o chi, fluye a través del cuerpo por “caminos de energía” que se llaman meridianos. Si el flujo de chi se bloquea o se desequilibra en cualquier punto del camino, se cree que podría enfermarse. Al hacer tai chi y qi gong se logra aumentar el flujo de energía (chi o qi) y mejorar la salud a través de movimientos suaves, elegantes y reiterados.

Otra de las ideas es la de la naturaleza, que incluye el cuerpo, consta de fuerzas opuestas que se llaman yin y yang. La buena salud se obtiene cuando estas fuerzas se encuentran en equilibrio. Al hacer movimientos de tai chi y qi gong se busca de restablecer el equilibrio del yin y del yang en el cuerpo.

El tai chi consiste en una serie de movimientos muy lentos o muy rápidos para ayudar a mover el chi del cuerpo. Las personas usan el tai chi como una manera de combinar la meditación y el movimiento, y de mejorar y mantener la salud.

El qi gong implica movimientos diferentes que podrían realizarse en distinto orden. Algunos movimientos comunes de qi gong incluyen levantar y bajar los brazos, mover la cabeza de lado a lado y masajear suavemente las orejas, los pies y las manos.

Las personas pueden usar el tai chi y el qi gong para mejorar la postura, el equilibrio, la coordinación, la resistencia y la flexibilidad, y para mantener una buena salud y calidad de vida.